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A Manuel tengo que decirle que la visita que tiene prevista a Deza, la deje para el verano. Ahora es doloroso ir a mi pueblo pues no se ve gente por las calles. En cambio en julio y agosto tendrás que ir a buscar número a la puerta de la panadería si no quieres quedarte para el segundo turno de amasado que será después de las doce de la mañana. Y espabilarte para ir a la tienda de comestibles y frutería. Y buscar silla en los bares para tomarte tu refresco.
A partir del veinte de septiembre tendrás que buscar los hombres con un candil, al igual que hacía aquel célebre filósofo, llamado Diógenes, que en pleno día iba buscando por Atenas, a un hombre. Sí, aquel mismo que le dijo a Alejandro “el Magno” que le tapaba el sol, que se apartara un poco, cuando Alejandro estaba dispuesto a darle la mitad de su imperio. Se conformaba con muy poco.
En verano Deza está llena de vida y pasear por sus calles, cuando el sol empieza a iluminarlas con sus rayos, es delicioso. Unas calles limpias y quizá un cielo límpido también, que nos invita a respirar hondo.
Un abrazo.
A partir del veinte de septiembre tendrás que buscar los hombres con un candil, al igual que hacía aquel célebre filósofo, llamado Diógenes, que en pleno día iba buscando por Atenas, a un hombre. Sí, aquel mismo que le dijo a Alejandro “el Magno” que le tapaba el sol, que se apartara un poco, cuando Alejandro estaba dispuesto a darle la mitad de su imperio. Se conformaba con muy poco.
En verano Deza está llena de vida y pasear por sus calles, cuando el sol empieza a iluminarlas con sus rayos, es delicioso. Unas calles limpias y quizá un cielo límpido también, que nos invita a respirar hondo.
Un abrazo.