Dedicado a todos los dezanos y simpatizantes
POETA Y SOÑADOR
Ya que soy poeta y colecciono sueños,
por mor del privilegio que los hados me otorgan
de vivir muchas horas de la noche en silencio
-roto por el tic-tac de aquel reloj arcaico
que fuera de la abuela hace años ya muerta-
invoco a los espíritus que pululan sin tregua
en torno a mis recuerdos de instantes ya perdidos,
en torno a mis pasiones de joven ya caduco,
de vida que se marcha que no quiero parar
porque vida vivida es vida “pa” olvidar.
Mas no podré olvidar aquellos seres buenos
que marcaron los años de nuestra adolescencia,
aquellas amistades de la mas tierna infancia
con quienes descubrimos los arcanos mas íntimos,
la modosa muchacha que nos robó la paz,
aquellas melodías que marcaron jalones
de pequeñas historias que son nuestras historias,
inalcanzables sueños del púber frenesí...
Por eso pueblo mío sigues siendo mi pueblo
y te llevo en el alma marcado a vivo fuego.
Casitas de ilusión, estanques del estío,
las frutas sazonadas del septiembre querido.
Desde la primavera al invierno sombrío
todo en mí está grabado en recuerdo sentido.
Por eso voy de nuevo a verte y a sentirte
cargado de nostalgia del ayer que marchó,
que yo quiero retenerlo porque si se va, me voy.
(Recitando este poema, con mis amigos, en varias ocasiones se me han saltado las lágrimas)
POETA Y SOÑADOR
Ya que soy poeta y colecciono sueños,
por mor del privilegio que los hados me otorgan
de vivir muchas horas de la noche en silencio
-roto por el tic-tac de aquel reloj arcaico
que fuera de la abuela hace años ya muerta-
invoco a los espíritus que pululan sin tregua
en torno a mis recuerdos de instantes ya perdidos,
en torno a mis pasiones de joven ya caduco,
de vida que se marcha que no quiero parar
porque vida vivida es vida “pa” olvidar.
Mas no podré olvidar aquellos seres buenos
que marcaron los años de nuestra adolescencia,
aquellas amistades de la mas tierna infancia
con quienes descubrimos los arcanos mas íntimos,
la modosa muchacha que nos robó la paz,
aquellas melodías que marcaron jalones
de pequeñas historias que son nuestras historias,
inalcanzables sueños del púber frenesí...
Por eso pueblo mío sigues siendo mi pueblo
y te llevo en el alma marcado a vivo fuego.
Casitas de ilusión, estanques del estío,
las frutas sazonadas del septiembre querido.
Desde la primavera al invierno sombrío
todo en mí está grabado en recuerdo sentido.
Por eso voy de nuevo a verte y a sentirte
cargado de nostalgia del ayer que marchó,
que yo quiero retenerlo porque si se va, me voy.
(Recitando este poema, con mis amigos, en varias ocasiones se me han saltado las lágrimas)
