Es verdad lo que dices referente a las malas hierbas, amigo; pero recuerdo un dicho de mi padre que me repitió muchas veces: Él tenía a los suyos que llevaban a medias una serie de fincas de un marqués o algo así y allí no se cogía trigo ni para llenar un cencerro. Cuando llegaron las vertederas, aquello fue una revolución ya que se llenaban los graneros a tope. La vertedera simplemente hizo en aquellos tiempos cortar la raíz de las mielgas y debilitarlas tanto que desaparecieron prácticamente de los sembrados. Antes ni las ovejas, ni con jornales, ni con los chavales con su azada, pudieron hacer nada. Hoy en aquellas tierras con el tractor se cogen vagones y vagones de cereales diversos.
Un abrazo.
Un abrazo.