MÍNIMAS
Cuando dos personas están absolutamente polarizadas, poco pueden hacer por evitar la atracción o repulsión.
En el mundo de la materia el vitalista, que suele ser optimista, vive la sensualidad de forma notable; pero olvida que solo el realista, que suele ser pesimista, acierta al recordar que esta vida tan querida transcurre entre sufrimientos y que al final la muerte gana siempre la partida.
En la escuela, instituto y universidad, te enseñan a conocer muchas materias; pero nadie te enseña a vivir.
Cuando dos personas están absolutamente polarizadas, poco pueden hacer por evitar la atracción o repulsión.
En el mundo de la materia el vitalista, que suele ser optimista, vive la sensualidad de forma notable; pero olvida que solo el realista, que suele ser pesimista, acierta al recordar que esta vida tan querida transcurre entre sufrimientos y que al final la muerte gana siempre la partida.
En la escuela, instituto y universidad, te enseñan a conocer muchas materias; pero nadie te enseña a vivir.