Hombre, Don Sabino, por una vez, y sin que sirva de precedente, le voy a dar la razón en lo de caritativo con sus enemigos. Cuando los que siguen sus consignas a rajatabla le dan un tiro en la nuca al enemigo es para que no sufra. Porque los muertos no sufren, Don Sabino. Y más si les rezaba usted (o sus seguidores) el santo rosario por el descanso de su alma.