El vuelo intercontinental 787 de Iberia transcurre sin novedad. En dos asientos continuos viajan dos gays. Cuando son las cuatro de la mañana uno de ellos dice al otro:
-Oye, Enrique, tengo unas ganas locas de hacer el amor.
-Yo también- replica el otro-, pero este no es el lugar adecuado, espera que lleguemos a destino. Nos pueden ver y verás la que se arma.
-Pero ahora podíamos aprovechar; todos están dormidos.
- Que no, que alguien nos puede ver.
-Verás como todos duermen.
Se levanta y pregunta en voz alta:
- ¿Alguien puede darme un cigarrillo?
Nadie responde.
Cuando el avión llega a destino y los pasajeros están bajando del avión, una simpática azafata les despide y da las gracias por elegir su compañía para el viaje, cuando observa a un viejecito que sale encogido y con grandes ojeras.
- ¿Cómo ha ido el viaje, señor,- pregunta la azafata-.
-Mal, hija, muy mal. He pasado mucho frío esta noche.
- ¿Y cómo no ha pedido usted una manta?
-Si, para pedir una manta; a uno que se le ha ocurrido pedir un cigarrillo le han dado por…..
Saludos
-Oye, Enrique, tengo unas ganas locas de hacer el amor.
-Yo también- replica el otro-, pero este no es el lugar adecuado, espera que lleguemos a destino. Nos pueden ver y verás la que se arma.
-Pero ahora podíamos aprovechar; todos están dormidos.
- Que no, que alguien nos puede ver.
-Verás como todos duermen.
Se levanta y pregunta en voz alta:
- ¿Alguien puede darme un cigarrillo?
Nadie responde.
Cuando el avión llega a destino y los pasajeros están bajando del avión, una simpática azafata les despide y da las gracias por elegir su compañía para el viaje, cuando observa a un viejecito que sale encogido y con grandes ojeras.
- ¿Cómo ha ido el viaje, señor,- pregunta la azafata-.
-Mal, hija, muy mal. He pasado mucho frío esta noche.
- ¿Y cómo no ha pedido usted una manta?
-Si, para pedir una manta; a uno que se le ha ocurrido pedir un cigarrillo le han dado por…..
Saludos