DEZA: Es de suponer que el hombre primitivo recogía las cosas...

Es de suponer que el hombre primitivo recogía las cosas comestibles que encontraba a su paso. Pero que con el tiempo se daría cuenta que los cereales eran un buena fuente de proteinas para su alimentación. Al final acabaría pensando que podía guardar aquella semilla que no podía consumir en el momento e idearía arrancar las matas y guardarlas. Con este procedimiento pasaba mucho tiempo en la recolección e iba muy cargado a su cueva o lugar de residencia. Si había que cortar la mata a medio tallo, también resultaba penoso y con heridas en sus manos callosas. Con una lasca, no cundía; pero si se ponían varias seguidas, posiblemente se inventó en ese momento la hoz.
La hoz es una herramienta agrícola hecha de hierro en aleación con cobre (que lo hace resistente a la humedad). Consiste en una cuchilla metálica en forma de media luna y un mango para poder dirigirla. Su principal uso durante siglos fue el segar hierba, forraje o cereales de forma manual cogiéndola con una mano, liberando la otra, para poder agarrar lo segado y depositarlo en el suelo.
La guadaña, dalle, o dalla es una herramienta agrícola compuesta de una cuchilla curva ensartada en un palo, usada para segar hierba, forraje para el ganado o cereales. La llegada de los medios mecánicos la ha llevado al desuso en los países desarrollados, aunque sobrevive en muchas zonas rurales y se realizan campeonatos de siega en zonas como Cantabria, Asturias y el País Vasco.
Este instrumento requiere un diseño elaborado para que su empleo produzca buenos resultados. La guadaña se compone de una cuchilla y un mango. La cuchilla tiene forma de arco de gran radio, que se prolonga en punta por la extremidad libre. Suele ser de acero, más por su resistencia que por su maleabilidad. Se consideran en esta lámina tres partes:
El corte
El lomo
El canto
El talón que está algo encorvado y termina en una anilla para encajar el mango o en un gancho que se enlaza a una anilla del propio mango.
El mango es de madera y hacia la mitad de su longitud lleva un agarradero que el operario sujeta con la mano derecha llamado astil. En la anilla que sirve para sujetarla se colocan cuñas de madera o correas para aumentar o disminuir la apertura del ángulo formado por la cuchilla.
Las guadañas tienen todas la misma forma general. Las diferencias entre ellas dependen de la curvatura de la cuchilla y de la disposición del astil. En España, es más habitual la guadaña de mango recto, si bien no dejan de emplearse en muchas comarcas las de mango curvo.
Sus dimensiones varían de 120 a 180 centímetros de largo y 80 ó 92 centímetros de lámina, siendo unos 10 centímetros la anchura de la cuchilla en el lugar de engarce.
Hasta la invención de la cosechadora mecánica, el uso de hoces y guadañas estaba muy extendido en toda la población agrícola, por lo que frecuentemente era empleada también como arma de defensa o de ataque en los ejércitos reclutados durante la Edad Media. Además, en la mitología, se dice que Crono castró a Urano con una hoz de pedernal igual que la encontrada en Deza.
Dada su importancia en el mundo agrícola, la hoz ha pasado a ser un símbolo del trabajo, apareciendo frecuentemente en escudos de armas, simbología masónica y en el símbolo comunista de la hoz y el martillo.

Un abrazo.