Soy arroyo que se pierde en el cauce,
que no riega cosechas ni el soto de los bueyes.
Una
flor que otros tiempos bebiera
de las
aguas que aun riegan un sauce,
está mustia y se muere de pena
pues la sed ha cambiado el
paisaje.
Para el arroyo es frustrante,
a su lado solo hay estiaje.