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DEZA: De acuerdo con Manuel acerca de que mucha de la sabiduría...

De acuerdo con Manuel acerca de que mucha de la sabiduría popular se recoge en el refranero. Sentencias que todos repetimos con frecuencia en determinadas ocasiones y conductas o, simplemente, referentes al tiempo.
En alguna de mis anteriores intervenciones he mencionado al genial Quevedo, de cuya obra y persona soy un admirador. Esto me animó, al igual que haré el próximo año, a acercarme a Cetina para presenciar las quevedianas. Si en otras ocasiones solamente expuse algunos esbozos de su vida jocosa y divertida, ahora que va de refranes, quisiera mencionar algunos que han llegado a nuestros días y en los que se puede apreciar el ingenio del autor del Buscón, porque no solamente escribió obras satíricas y festivas, sino que también se dedicó a la novela histórica, a la ascética, filosofía etc.
“Piensa mal y acertarás”: se dice al desconfiar del comportamiento de algunas personas, sabiendo que muchas veces se mueven por intereses que redundan en su beneficio. Este refrán se cita o se piensa cuando no comprendemos los motivos de un hecho, lo que nos hace estar en guardia para no salir perjudicados.
“No es amistad la que siempre pide y nunca da”: este refrán niega la amistad cuando recae y beneficia siempre a la misma persona basándose en esos motivos amistosos. Es el egoísmo posesivo: “lo mío, mío, y lo tuyo mío también”.
“Poderoso caballero es don dinero”: sobre este refrán, Quevedo creó un poema satírico, cuya primera estrofa dice:
Poderoso caballero es don dinero.
Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero es don dinero.
Según el autor, con el dinero se puede conseguir todo: a los jueces, el amor de una dama, etc; porque todo tiene un precio y todo se puede comprar y vender. De este modo señala el refranero sobre el avariento proceder de los hombres.
“Riñe cuando debas, pero no cuando bebas”: es muy explícito, debemos enfrentarnos a otros si procede, pero no si vamos bebidos. Como dice también D. Quijote a Sancho: “El vino con demasía, ni guarda secretos, ni cumple palabra”. Bajo los efectos de la bebida, ofendemos a otros y decimos necedades; el alcohol atonta, nos enfrentaremos con alguien y nos darán palos hasta en el forro.
“Lo que escasea, se desea”: En la oferta y la demanda, lo que escasea es caro, pero lo que abunda es barato. Así unas civilizaciones pagaban a otras precios desorbitados por conseguir un producto, una aleación para conseguir armas más fuertes, o simplemente para pagar la sal en tiempos de los romanos en la que llegó a ser como moneda de cambio por su escasez. Si existiera mucho oro y mucho dinero, se produciría una gran inflación.
Un saludo