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DEZA: Aunque no olvido los refranes, a los que me gustaría...

Aunque no olvido los refranes, a los que me gustaría volver, el abuelo nos trae, una vez más, temas interesantes, conocidos sin duda para más de uno, pero desconocidos por los más jóvenes y los que nunca tuvieron contacto con el campo. Aunque criado en ciudad, soy de una generación que, al menos indirectamente, tuvo cierto conocimiento de la vida rural: lecturas, folflore, alguna vuelta por el pueblo de los antepasados...
Ahora nos habla el abuelo de los trillos, viniendo a mi memoria el interés de algunos en transmitirnos un rico patrimonio cultural encaminado al olvido. Recuerdo los esfuerzos de Antonio Ruiz Vega e Isabel Goig por dar a conocer las cosas de Soria a través de sus impagables Abanco y Cuadernos de Etnología, dos revistas que merecían mejor acogida de la que tuvieron. Tampoco en Soria, salvo honrosas excepciones, estamos por la cultura, qué le vamos a hacer. También recuerdo a los segovianos del Nuevo Mester de Juglaría y que, gracias a ellos, todavía vuelven a mi mente, a propósito de los trillos, esa jotilla:
"Somos segovianas sabemos bailar
escoplear los trillos también empedrar
salimos de casa a ganar el pan
que siga la murga viva el carnaval (...)
Quién vio Cantalejo en tiempos
y los pueblos de "alredor"
recoger el pensamiento
que de todos es la flor (...)
Las mozas de este lugar
no quieren los hombres feos
por eso cuando se casan
se las llevan los trilleros (...)
Adiós Cantalejo, adiós,
adiós, pero no "pa" siempre
que aunque cien años viviera
cien años vendría a verte.