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DEZA: Del libro “Recuerdos de mi Pueblo Deza”...

Del libro “Recuerdos de mi Pueblo Deza

“A primeros de Octubre venía el día de la Virgen del Rosario y eran Fiestas en Cihuela. Una vez de niño me atreví a bajar, sin permiso de casa, poco a poco hasta la Granja de Albalate. Me llamó la atención la gran cantidad de nogueras vetustas que había en la orilla de la acequia que bordeaba la carretera. Me sorprendió mucho el mundo desconocido que iba descubriendo y me gustó. De allí no pasé. Los había que se llegaban hasta el mismo pueblo. Yo esperaría para otra ocasión. Algunos, muy pocos, ya mocetes, se bajaban con su bicicleta de carreras, y también los había que hacían el camino montados en el coche correo. Por cierto, una vez que bajaba la cuesta de Albalate e iba lleno hasta la baca, perdió una rueda. A pesar de todo no hubo que lamentar ningún herido.
En la iglesia de nuestro pueblo hay una capilla, cuyo altar es el más antiguo de todos, dedicado a la Virgen Del Rosario. El Rosario tenía su propia Cofradía y en esta festividad había procesión por el interior de la iglesia, acompañada por los cofrades con velas encendidas que repartía uno de ellos, de una canasta preparada al efecto. Lo que si recuerdo bien es que a los difuntos que habían pertenecido a la Cofradía se les iba a cantar la Salve “Cuasi Aurora Consurgens”, con un cuadro de La Virgen, estando de cuerpo presente, tan pronto como las campanas anunciaban su fallecimiento. Se rezaba sobre una mesa que preparaban los de la casa, en el portal, tal como si fuese un pequeño altar, con un par de velas, una a cada lado de la estampa enmarcada. Los cantores eran el sacristán, los monaguillos y algún chiquillo que se juntaba a la comitiva, más bien por la curiosidad del momento Eran minutos de mucha pena y sufrimiento pues al oír la Salve, algunos familiares prorrumpían en llantos. Yo doy testimonio de ello.”

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Un abrazo.