La Navidad. Los Villancicos.
Un poco de historia.
Con el Nacimiento de Jesús se cumple la promesa de Dios al mundo de enviar a un Salvador, Jesucristo, Dios hecho hombre.
Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente lo que ocurrió, y celebrarlo con alegría.
Una de las costumbres del Adviento y de la Navidad son los villancicos.
Se dice que el compositor de los primeros villancicos fue el Marqués de Santillana, que compuso una serie de canciones para celebrar con sus tres hijos el misterio de la Navidad.
Sin embargo, los primeros villancicos que se conocen fueron compuestos por los evangelizadores en el siglo V con la finalidad de llevar la Buena Nueva a los aldeanos y campesinos que no sabían leer. Sus letras hablaban en lenguaje popular sobre el misterio de la encarnación y estaban inspirados en la liturgia de la Navidad. Se llamaba villanus, al aldeano y con el tiempo, el nombre de estas canciones navideñas cambió a “villancicos”. Éstos hablan en un tono sensible e ingenioso de los sentimientos de la Virgen María y de los pastores ante el Nacimiento de Cristo.
En el siglo XIII, se extienden por todo el mundo junto con los nacimientos de San Francisco de Asís.
Los villancicos favorecen la participación en la liturgia de Adviento y de Navidad. Cantar villancicos es un modo de demostrar nuestra alegría y gratitud a Jesús y escucharlos durante el Adviento ayuda a la preparación del corazón para el acontecimiento de la Navidad.
Los villancicos nos recuerdan la alegría del nacimiento de Cristo.
En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo su aspecto exterior, sino su significado interior. Debemos vivir todas estas costumbres y tradiciones con mucha alegría, reflexionando en su significado y aprovechándolas para estar más cerca de Dios.
Un abrazo.
Un poco de historia.
Con el Nacimiento de Jesús se cumple la promesa de Dios al mundo de enviar a un Salvador, Jesucristo, Dios hecho hombre.
Las tradiciones y costumbres son una manera de hacer presente lo que ocurrió, y celebrarlo con alegría.
Una de las costumbres del Adviento y de la Navidad son los villancicos.
Se dice que el compositor de los primeros villancicos fue el Marqués de Santillana, que compuso una serie de canciones para celebrar con sus tres hijos el misterio de la Navidad.
Sin embargo, los primeros villancicos que se conocen fueron compuestos por los evangelizadores en el siglo V con la finalidad de llevar la Buena Nueva a los aldeanos y campesinos que no sabían leer. Sus letras hablaban en lenguaje popular sobre el misterio de la encarnación y estaban inspirados en la liturgia de la Navidad. Se llamaba villanus, al aldeano y con el tiempo, el nombre de estas canciones navideñas cambió a “villancicos”. Éstos hablan en un tono sensible e ingenioso de los sentimientos de la Virgen María y de los pastores ante el Nacimiento de Cristo.
En el siglo XIII, se extienden por todo el mundo junto con los nacimientos de San Francisco de Asís.
Los villancicos favorecen la participación en la liturgia de Adviento y de Navidad. Cantar villancicos es un modo de demostrar nuestra alegría y gratitud a Jesús y escucharlos durante el Adviento ayuda a la preparación del corazón para el acontecimiento de la Navidad.
Los villancicos nos recuerdan la alegría del nacimiento de Cristo.
En el caso de la Navidad, lo más importante de las tradiciones y costumbres no es sólo su aspecto exterior, sino su significado interior. Debemos vivir todas estas costumbres y tradiciones con mucha alegría, reflexionando en su significado y aprovechándolas para estar más cerca de Dios.
Un abrazo.