Trilla con trillo.
Existe, además, de las tres maneras narradas por Cayo Plinio, otra cuarta forma de trillar, que se distingue por utilizar un apero distinto, como es el trillo. Todavía, puede verse en algunas regiones de Europa y del Magred, donde se practica una agricultura marginal; aunque, a veces, se hace como acto folclórico y ceremonial, para rememorar antiguas costumbres locales y atraer el turismo.
Solamente nos separan 50 años de aquellas faenas que se realizaban con nuestro esfuerzo y con nuestro sudor.
Un abrazo.
Existe, además, de las tres maneras narradas por Cayo Plinio, otra cuarta forma de trillar, que se distingue por utilizar un apero distinto, como es el trillo. Todavía, puede verse en algunas regiones de Europa y del Magred, donde se practica una agricultura marginal; aunque, a veces, se hace como acto folclórico y ceremonial, para rememorar antiguas costumbres locales y atraer el turismo.
Solamente nos separan 50 años de aquellas faenas que se realizaban con nuestro esfuerzo y con nuestro sudor.
Un abrazo.
Para trillar con el trillo, primero había que tener suficiente mies en la era. Una vez que se segaba se acarreaban los fajos lo antes posible y podías escoger tu sistema, que era el de trillar lo transportado o el de amontonarlo, que se llamaba hascalar. (Amontonar fasces o sea haces). Si decidías trillar desparramabas la mies sobre el suelo de la era y enganchabas el trillo cuando lo considerabas oportuno. Cuanto más caliente estaba y más tostada por el sol del verano, antes conseguirías deshacer la parva y convertir la paja en añicos con lo cual se separaba el grano de las espigas. Pero antes de conseguirlo deberías hacer otras muchas cosas como era volver la parva con una horca de madera, con la pala o bieldo, rastrillar, barrer etc. Al final había que recogerla y amontonarla con objeto de despejar la era para tongada. Y así sucesivamente hasta acabar el verano...
Un abrazo.
Un abrazo.