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DEZA: En la viña del Señor, tiene que haber de todo. Hay...

En la viña del Señor, tiene que haber de todo. Hay racimos dulces y también hay agraz. En los doce años que residí en Deza, sucedieron muchas cosas; algunas se han olvidado y otras han quedado en la memoria. Unas fueron buenas y otras menos buenas. Hablando de cosas placenteras y teniendo en cuenta el tiempo en que nos encontramos, podemos hablar de las uvas y, por supuesto, del vino. Junto a nuestra residencia palaciega, existía un lagar, un lugar dormido durante todo el año; pero que ahora se convertía en una verdadera fiesta. Después de efectuada la limpieza, comenzaban a descargar los racimos de uvas, posteriormente y antes de fermentar, se podía degustar el rico mosto, después el vino y finalmente, por destilación en el alambique, se obtenía el aguardiente. Bueno pues del aguardiente recuerdo poco, pero de las uvas y del mosto sí, porque los hombres que pisaban las uvas, nos daban a probar un poco de todo. Sería, creo yo, por aquello de la vecindad. Gracias una vez más a la gente buena.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Respecto a los recuerdos menos buenos, está sin duda la trágica muerte de un chico, mayor que yo, bajando la cuesta de la Parra. Existía la mala costumbre de agarrarse a la caja de los camiones, mientras la velocidad del vehículo lo permitía. En este caso, al bajarse, cayó mal y la rueda gemela del lado derecho, pasó por encima de su cabeza. Recuerdo el crujido y la pena de todos los chicos que estábamos cerca.

También hubo fallecimientos antes de término. Son aquellos que suceden contra natura ... (ver texto completo)