Calles y
Plazas.-
El Burgo de Osma –declarado Bien de Interés Cultural con la categoría de Conjunto Histórico
Artístico por el Decreto 147/1993, de 24 de Junio, de la Junta de
Castilla y León– es la culminación de un proceso de asentamientos humanos que tienen su origen en Úxama, ciudad arévaca y luego
romana, que fue la base para la fundación de Osma, al borde del
río. El yacimiento posee un aula arqueológica in situ y otra en el
Centro Cultural San Agustín.
Tras la restauración episcopal después de la dominación musulmana, al elegir el obispo Pedro de Bourges (San Pedro de Osma) como sede catedralicia un
monasterio situado en la orilla izquierda del río Ucero en el año 110, se formó El Burgo de Osma, que cumplió su IX Centenario en el año 2001.
La
Catedral.- La Catedral auspició la creación de su
plaza (espacio urbano con
rincones de un interés extraordinario, donde se pueden apreciar los característicos
soportales) y del entramado
medieval, de calles irregulares y decrecimiento espontáneo.
La Catedral
románica que comenzó a construirse en tiempos de San Pedro de Osma se mantuvo poco tiempo en pie, pues fue demolida para construir la
gótica actual. Las obras comenzaron en 1232.
De época renacentista cabe destacar la entrada de la
capilla de San Pedro con
monumental escalinata, la capilla de Santiago y alguna
portada del
claustro. Del barroco hay que destacar la monumental
torre, obra de José de la
Calle y remate de Juan de Sagarbinaga, que señorea el perfil urbano y es el símbolo más significativo de El Burgo de Osma. Barrocas son algunas
capillas así como la mayor parte de los
retablos. La más importante ampliación llevada a cabo en la Catedral se realizó en el siglo XVIII: sacristía mayor, capilla de Palafox, girola y otras dependencias construidas en época de Carlos III, con el objetivo principal de dotar al templo de unos espacios dignos con motivo de la prevista beatificación de Juan de Palafox. Las trazas fueron de Juan de Villanueva. Sabatini intervino en la conclusión de la capilla palafoxiana.
Prolijo sería mencionar los tesoros artísticos que guarda el templo catedralicio:
escultura, pintura, orfebrería, tejidos y ornamentos, rejería, mobiliario, libros y documentos, etc. Especial énfasis merecen la copia de los comentarios al Apocalipsis de Beato de Liébana del año 1086, la escultura románica del
Santo Cristo del Milagro, el sepulcro
gótico de
piedra policromada de San Pedro de Osma y el
retablo mayor renacentista obra de Juan de Junio y Juan Picardo.
Hospital de San Agustín y Plaza Mayor.- El obispo Sebastián de Arévalo y
Torres fue quien patrocinó la construcción, entre 1694 y 1701, del Hospital de San Agustín,
edificio de planta cuadrada con
patio central. La
fachada es la parte más interesante del edificio: sigue el modelo de
palacio Casa de
Austria, de tipo alcázar, con dos torres achapiteladas que flanquean el rectangular cuerpo central. En la actualidad el edificio está destinado a Centro Cultural.
El Hospital fue trascendental para el futuro de El Burgo pues dio la pauta para la ampliación y creación de nuevos espacios urbanos en la villa durante el siglo XVIII, de los que el más importante es la plaza Mayor. El edificio se convirtió en referencia de ubicación, de tamaño y de tipología del espacio urbano del que hoy forma parte: la plaza Mayor, cuyos tramos perimetrales son, además del Hospital, flancos de viviendas y, frontero al edificio hospitalario, el
Ayuntamiento. La plaza Mayor es un espacio urbano preconcebido (diseñado por el arquitecto Angel Vicente Ubón), de trazado regular y
arquitectura uniforme, claramente diferenciado del orgánico núcleo medieval.
El Palacio episcopal.- En la calle Mayor, cerca de la Catedral, se encuentra la residencia del prelado oxomense, a la que se accede por una interesante portada tardogótica, encuadrada por un alfiz de recuerdo musulmán, en medio de una amplia fachada de mampostería. Desde 1342 hasta el siglo XIX, el obispo fue señor temporal de la villa y su tierra, al adquirir los derechos al Cabildo Catedral.
La
Muralla Romana.- La muralla encierra el núcleo medieval burgense. Fue levantada por el obispo Pedro de Montoya en el siglo XV. Es de mamposteríade cal y canto con sillares en los ángulos que sirven de refuerzo y está coronada de almenas. De las varias
puertas que en ella seabrieron, sólo se conserva la de San Miguel.
Seminario y Real Hospicio.- Poco tiempo después de que se construyeran las importantes obras neoclásicas de la Catedral, ya mencionadas, durante el tiempo en el que fue confesor del rey Carlos III y luego obispo de Osma Fr. Joaquín de Eleta, se edificaron el Seminario, gracias a su directo patronazgo, y el Hospicio, de patronato real. Ambos
edificios fueron obra de Luis Bernasconi, ayudante de Sabatini.
Plaza de Toros.- En 1902 el Ayuntamiento encargó a Rodolfo Ibáñez, arquitecto municipal, los proyectos para la construcción de la plaza y la dirección técnica de la obra. Se comenzó en 1903 y se inauguró en 1905. La primera corrida se celebró el 16 de agosto de 1905 con el siguiente
cartel: toros de la
ganadería de Máximo Hernán, de Colmenar Viejo, para los espadas Francisco Bonal Bonarillo y Antonio Segura Segurita.
La plaza, de titularidad municipal, es un edificio de estilo neomudéjar cuya planta exterior es un polígono de veinticuatro lados. Sufábrica es de piedra de mampostería; ladrillo en la fachada, puertas y
ventanas; piedra en los tendidos; columnillas de hierro sujetando el
tejado que cubre las gradas y madera en el entramado del tejado.
La fachada es de ladrillo, resaltada del muro. Consta de dos pisos, con tres vanos en cada uno de ellos, flanqueados por un total de cuatro
pilas tras que recorren todo lo alto de la fachada. En el piso inferior se abre la
puerta principal vigilada por dos ventanas. Los tres vanos son de
arco de herradura apuntado. El piso superior tiene tres ventanas de igual luz en arco de medio punto. El remate es una cornisa en tejadillo que destaca por encima del tejado anular. En la fachada figura una reciente y sencilla pintura en negro conla leyenda: PLAZA DE TOROS.
El
Castillo de Osma.- El castillo de Osma está situado en un cerro situado en la margen izquierda del río Ucero. La estructura del castillo es de triple recinto, si bien los dos más próximos al río prácticamente han desaparecido. En sus muros se pueden contemplar
piedras procedentes de Uxama. El recinto exterior y la torre del
agua, que avanza cerca del
puente hasta el borde del
camino, se construyeron en la segunda mitad del siglo XV, en tiempos del obispo Montoya.
Las vicisitudes
militares que padeció la ciudad de Osma desde los siglosVIII al XI (sobre todo durante el X) hacen difícil asegurar el momento de construcción del castillo de Osma. Desde luego, castillo existía en el siglo VIII, pues la fortaleza de Osma figuraba en la relación de plazas fuertes situadas en territorio árabe y que pasaron a los dominios del rey asturiano Alfonso I (739-757). No obstante hasta principios del siglo XI, Osma fue Waksima, nombre con el que era conocida la ciudad por los árabes. Tras los duros avatares de la Reconquista y la muerte de Almanzor en el año 1002, el castillo de Osma pasó a manos cristianas el 1011, por gestión del conde de Castilla Sancho García (995-1017). Desde entonces el castillo de Osma, enclave estratégico en la frontera media del Duero, conoció la paz, pero no la tranquilidad pues fue testigo de la reorganización del territorio tras alejarse el peligro musulmán, de rivalidades nobiliarias, de disputas señoriales, pleitos jurisdiccionales y presencias episcopales.