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EL BURGO DE OSMA: LAS NIEBLAS DEL BURGO DE OSMA...

LAS NIEBLAS DEL BURGO DE OSMA
El mes de diciembre de 2019, las nieblas se venían sucediendo a diario. El Burgo de Osma, Ciudad de Osma, las sufrían cada noche, incluso en algunas mañanas, con temperaturas heladoras. Los visitantes tenían las ideas de ser tierra de frío, más aquellos brazos de niebla, salidos del río Ucero y Abión, en la Ribera de dichos ríos, era de tener miedo de sus sombras. Las tardes noches se sentían unos remolinos, que parecían salir del agua, y que en pocos segundos se quedaban como nubes a ras del suelo, dejando tras de sí, un frío siberiano que dejaba las manos, narices y orejas heladas. Sin embargo los nativos de dicha tierra soriana, sabían de qué forma se remediaban esos fríos naturales, con bebidas y comidas de mucha grasa, entre los torreznos y el vino de la Ribera del Duero, hacían mucho más llevadero, aquellos ratos heladores, donde el cuerpo humano tiembla del frío. Las campanas de la Catedral, se dejaban oír sin demasiados problemas, y en su tañido parecían querer comentar el tiempo. La niebla resplandecía sobre las piedras de la muralla, y un eco de fantasía de voces de niños era como si escapara, El Burgo en su soledad también buscaba, esas voces de niños casi olvidadas. La niebla se venía y se alejaba, sus brazos blancos y brillantes, dejaban sobre las calles del Burgo, el interrogante de ser agua vaporizada, más entre las casas, dejaba un signo de anormalidad resplandeciente. Que nadie quería poner en duda, y mucho menos hacer de la niebla una triste amargura, que pudiera causar mucha locura. Estas fechas de siempre, en días de diciembre, con el sol acurrucado, detrás de la Cruz del Siglo, que a los cuatro vientos, defiende el cristianismo de este valle, cargado de historia y sufrimiento. Y que por el momento sigue siendo el corazón de esta provincia de Soria, que es una parte importante de la España Vaciada. Que tanto se publica hoy en día. Hay niebla que pone en peligro la circulación, incluso por las autovías, pero esta tierra que quiere una autovía al lado del Duero, de momento tan solo tiene ciertos movimientos de tierra, y la esperanza de no ver su tierra desierta de personas, y quizá entonces, se pueda ver, la llamada “Reserva soriana”, que se llegue a tener como cuestión turística, y desde helicópteros y otros medios de transporte, visiten esta tierra, que durante siglos, fue cuna de castellanos sin complejos. Hay silencios que se funden en tristezas, soledades que no pueden ser sumisas, gobernantes que dejaron sus torpezas, entre reglas de pasiones con sus brisas. El Burgo de Osma despierta cada día, entre signos que pueden ser verdades, esta tierra que no quiere agonía, ve creciendo las negras falsedades. No quisiera despertar muchos lamentos, entre gentes que viven la esperanza, mucho menos aumentar los sufrimientos, de las gentes que sueñan nueva baza. El Ucero ve las nieblas con descaro, entre brisas que llegan renegadas, en diciembre el cielo no está claro y se notan las mañanas escarchadas. El Duero va pensando en su camino, como senda que sigue enmarañada, su Ribera es tierra de buen vino y se nota su fama bien ganada. Piedras viejas bien marcadas, dejan caminos sin huellas, son comarcas despobladas que no ven las cosas bellas. Las nieblas vienen dejando muchas soledades negras, y Soria lo va notando sin recurrir a las fieras.. G X Cantalapiedra.