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QUERIA MORIR EN SORIA
Una voz clara y profunda
se escuchó por los pasillos,
un eco que me retumba
sin ver cerrar sus visillos.
El medico comentaba
“Le echaremos un remiendo”,
y el enfermo contestaba
“yo ya no tengo remedio.
Quiso morir en su Soria
para seguir su destino,
y guardar en la memoria
su nombre por el vecino.
No le hicieron ningún caso,
ni le comentaron nada,
estaba viendo su ocaso
en la noche marginada.
En sueños lo repetía
con un acento soriano,
que buscando la armonía
era un duro castellano.
Las enfermeras callando
vieron venir a la muerte,
sus ecos fueron borrando
sin preguntar a su gente.
Los momentos más cruciales
se llenaron de tristeza,
y vieron sus familiares
que cometieron torpeza.
Las palabras del paciente
no le dieron mucha fuerza,
muriendo sin aliciente
y sin ver la gentileza.
“Me quiero morir en Soria,
y que me entierren con tierra,
no quiero signos de gloria
y mucho menos de guerra”.
G X Cantalapiedra.
Una voz clara y profunda
se escuchó por los pasillos,
un eco que me retumba
sin ver cerrar sus visillos.
El medico comentaba
“Le echaremos un remiendo”,
y el enfermo contestaba
“yo ya no tengo remedio.
Quiso morir en su Soria
para seguir su destino,
y guardar en la memoria
su nombre por el vecino.
No le hicieron ningún caso,
ni le comentaron nada,
estaba viendo su ocaso
en la noche marginada.
En sueños lo repetía
con un acento soriano,
que buscando la armonía
era un duro castellano.
Las enfermeras callando
vieron venir a la muerte,
sus ecos fueron borrando
sin preguntar a su gente.
Los momentos más cruciales
se llenaron de tristeza,
y vieron sus familiares
que cometieron torpeza.
Las palabras del paciente
no le dieron mucha fuerza,
muriendo sin aliciente
y sin ver la gentileza.
“Me quiero morir en Soria,
y que me entierren con tierra,
no quiero signos de gloria
y mucho menos de guerra”.
G X Cantalapiedra.