LA RASA COMO ESTACIÓN
Se cuentan viejas historias
de lo que ayer fue La Rasa,
el Duero tuvo sus glorias
que ni el tiempo las traspasa.
La Rasa como estación
que el Burgo de Osma la usaba,
fue lugar de la aviación
que Alemania manejaba.
La estación hoy olvidada
de aquellas grandes promesas,
que alguna tarde evocada
pudo tener sus sorpresas.
Silencios de no ver trenes
ni sentir las galopadas,
hoy se borraron andenes
con las vías oxidadas.
El tren que vino corriendo
desde Ariza traqueteando,
quizá fueron aprendiendo
lo que el tiempo fue enseñando.
Otro tren de Valladolid
viene ligero marcando,
siempre que Ariza sea su fin
podremos ir caminando.
Campos de la vieja Soria
“Dios mío estarán pensando”,
si conservan su memoria
de lo que allí fue pasando.
Los aviones alemanes
allí gozaron volando,
luego dejaron desmanes
cuando fueron bombardeando.
La Rasa como testigo,
para ver cambiar sus campos,
hay quien no quiere castigo
y mucho menos ver llantos.
G X Cantalapiedra.
Se cuentan viejas historias
de lo que ayer fue La Rasa,
el Duero tuvo sus glorias
que ni el tiempo las traspasa.
La Rasa como estación
que el Burgo de Osma la usaba,
fue lugar de la aviación
que Alemania manejaba.
La estación hoy olvidada
de aquellas grandes promesas,
que alguna tarde evocada
pudo tener sus sorpresas.
Silencios de no ver trenes
ni sentir las galopadas,
hoy se borraron andenes
con las vías oxidadas.
El tren que vino corriendo
desde Ariza traqueteando,
quizá fueron aprendiendo
lo que el tiempo fue enseñando.
Otro tren de Valladolid
viene ligero marcando,
siempre que Ariza sea su fin
podremos ir caminando.
Campos de la vieja Soria
“Dios mío estarán pensando”,
si conservan su memoria
de lo que allí fue pasando.
Los aviones alemanes
allí gozaron volando,
luego dejaron desmanes
cuando fueron bombardeando.
La Rasa como testigo,
para ver cambiar sus campos,
hay quien no quiere castigo
y mucho menos ver llantos.
G X Cantalapiedra.