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EL BURGO DE OSMA: AQUEL PASTOR ME DECÍA...

AQUEL PASTOR ME DECÍA
La noche se vuelve negra,
sin esperar fantasía,
temo que llegue la fiera
que solo deja agonía.
Era un hombre castellano,
un pastor con simpatía,
en su sentimiento humano
le vi lleno de armonía.
Me habló de Antonio Machado
cargado de sintonía,
“es un hombre bien amado
que la gente le quería”.
Estoy leyendo sus versos
que me alegran mucho el día,
en sus caminos intensos
jamás buscó la porfía.
Aquel pastor castellano,
soriano desde su cuna,
le vi su recuerdo sano
sin hablarme de fortuna.
Aquella tarde de agosto
el pastor me descubría,
que Machado fue ese rostro
cargado de melodía.
Caminante de caminos
por la Ribera del Duero,
el pastor marcó sus signos
repletos del ROMANCERO.
Me fue recitando versos
sobre el sonido del Duero,
sus pasos no fueron tensos
hablando de amor sincero.
Sus palabras me llenaban,
escuchando grandes versos,
sus ecos se me clavaban
en los momentos aquellos.
En los Campos de Castilla
por La Ribera del Duero,
hay mucha gente sencilla
que sueña amor verdadero.
Machado va caminando
con ovejas junto al Duero,
sus huellas se van notando
incluso sobre el Ucero.
G X Cantalapiedra.