ENTRE BUENAS VIBRACIONES
El Burgo de Osma sintiendo muchas buenas vibraciones, El Ucero va gimiendo con sus serias intenciones. El Abión va ligero dejando siempre su nota, es un Río molinero que sobre las piedras flota. Piedras que rompen silencio cuando gritan las tormentas, nadie conoce su precio ni si las lluvias se ausentan. El Duero marcha tranquilo con su ritmo lisonjero, sobre sus aguas perfilo cierto viento pasajero. Entre buenas vibraciones los álamos te saludan, y afloran muchas razones que casi nunca se escudan. En estas tierras sorianas donde los ríos se lucen, notas frías las mañanas, aunque existan ciertas cruces. Piedras llenas de misterios con los siglos de testigos, si miras los cementerios pudieras hallar sigilos. Las vibraciones caminan entre los pinos y enebros, muchas veces determinan hacer animales fieros. El Burgo sabe de losas que conocen sufrimientos, incluso veras las rosas que te ofrecen sentimientos. Las vibraciones son normas de los ríos de esta tierra, si miras hacia las lomas el amor nunca se entierra. Pueden pasar muchos años, los ríos guardan sus formas, podremos subir peldaños sin poner a nada comas. El Burgo sigue marcando vibraciones que son buenas, el viento llega silbando en las noches más serenas. La Atalaya suspirando. El Ucero se despliega, la noche viene dejando el viento que no se pliega. Esas noches castellanas donde se ven las estrellas, nos parecen ser tan sanas que nos fijamos en ellas. Las vibraciones se notan sobre las sufridas losas, viendo sueños que rebrotan en las horas más gozosas. El Burgo tiene pasiones cargadas de fantasía, y sus ríos dan lecciones que son fuente de alegría. G X Cantalapiedra.
El Burgo de Osma sintiendo muchas buenas vibraciones, El Ucero va gimiendo con sus serias intenciones. El Abión va ligero dejando siempre su nota, es un Río molinero que sobre las piedras flota. Piedras que rompen silencio cuando gritan las tormentas, nadie conoce su precio ni si las lluvias se ausentan. El Duero marcha tranquilo con su ritmo lisonjero, sobre sus aguas perfilo cierto viento pasajero. Entre buenas vibraciones los álamos te saludan, y afloran muchas razones que casi nunca se escudan. En estas tierras sorianas donde los ríos se lucen, notas frías las mañanas, aunque existan ciertas cruces. Piedras llenas de misterios con los siglos de testigos, si miras los cementerios pudieras hallar sigilos. Las vibraciones caminan entre los pinos y enebros, muchas veces determinan hacer animales fieros. El Burgo sabe de losas que conocen sufrimientos, incluso veras las rosas que te ofrecen sentimientos. Las vibraciones son normas de los ríos de esta tierra, si miras hacia las lomas el amor nunca se entierra. Pueden pasar muchos años, los ríos guardan sus formas, podremos subir peldaños sin poner a nada comas. El Burgo sigue marcando vibraciones que son buenas, el viento llega silbando en las noches más serenas. La Atalaya suspirando. El Ucero se despliega, la noche viene dejando el viento que no se pliega. Esas noches castellanas donde se ven las estrellas, nos parecen ser tan sanas que nos fijamos en ellas. Las vibraciones se notan sobre las sufridas losas, viendo sueños que rebrotan en las horas más gozosas. El Burgo tiene pasiones cargadas de fantasía, y sus ríos dan lecciones que son fuente de alegría. G X Cantalapiedra.