LOS FRÍOS DE ABRIL HACEN ESTE MES MÁS VIL Y RUIN
En estas frías jornadas por las tierras castellanas, las noches son más heladas y muy frías sus mañanas. El viento deja sus brisas que pueden ser escarchadas, y el tiempo no da sonrisas sobre las tierras labradas. Por los caminos sorianos los vientos vienen dejando, sus castigos inhumanos que a los campos van dañando. Labradores de silencios, entre campos de esperanza, los fríos son los desprecios que dejan mala balanza. Abril ruin y traicionero viene con sombras marcadas, que se teme más que a enero en sus penosas jornadas. Varios grados bajo cero en las noches estrelladas, donde luce algún lucero en esas sendas sembradas. Los pinares van notando esos fríos misteriosos, que llegan medio flotando en momentos no dichosos. Campos que sueñan trigales con sus enebros marcados, de mil formas naturales son muchas veces helados. Abril las va castigando a esas tierras del Ucero, que no pueden ir gritando al ser los fríos del Duero. Las noches vienen llegando con los cielos despejados, el viento llega silbando y quiere campos helados. Fechas marcadas sin flores, primaveras delicadas, donde puede haber amores en estas tierras soñadas. El Burgo de Osma conoce esas noches heladoras, donde el frío deja roce amargando ciertas horas. Piedras que sueltan lamentos, juncos que temen heladas, estos fríos dan tormentos con sus noches congeladas. Cuando abril suelta sus males entre las fuertes heladas, muchas palabras normales temen grandes cencelladas. Abril ruin del principio al fin, es tan cierto como el aire, algunos le llaman vil al conocer su desaire. Esperemos que se marche con la maldita pandemia, y que a la gente no enganche la perniciosa tragedia. Por estas tierras sorianas cargadas de letanías, abril de frías mañanas no quieren dar alegrías. G X Cantalapiedra.
En estas frías jornadas por las tierras castellanas, las noches son más heladas y muy frías sus mañanas. El viento deja sus brisas que pueden ser escarchadas, y el tiempo no da sonrisas sobre las tierras labradas. Por los caminos sorianos los vientos vienen dejando, sus castigos inhumanos que a los campos van dañando. Labradores de silencios, entre campos de esperanza, los fríos son los desprecios que dejan mala balanza. Abril ruin y traicionero viene con sombras marcadas, que se teme más que a enero en sus penosas jornadas. Varios grados bajo cero en las noches estrelladas, donde luce algún lucero en esas sendas sembradas. Los pinares van notando esos fríos misteriosos, que llegan medio flotando en momentos no dichosos. Campos que sueñan trigales con sus enebros marcados, de mil formas naturales son muchas veces helados. Abril las va castigando a esas tierras del Ucero, que no pueden ir gritando al ser los fríos del Duero. Las noches vienen llegando con los cielos despejados, el viento llega silbando y quiere campos helados. Fechas marcadas sin flores, primaveras delicadas, donde puede haber amores en estas tierras soñadas. El Burgo de Osma conoce esas noches heladoras, donde el frío deja roce amargando ciertas horas. Piedras que sueltan lamentos, juncos que temen heladas, estos fríos dan tormentos con sus noches congeladas. Cuando abril suelta sus males entre las fuertes heladas, muchas palabras normales temen grandes cencelladas. Abril ruin del principio al fin, es tan cierto como el aire, algunos le llaman vil al conocer su desaire. Esperemos que se marche con la maldita pandemia, y que a la gente no enganche la perniciosa tragedia. Por estas tierras sorianas cargadas de letanías, abril de frías mañanas no quieren dar alegrías. G X Cantalapiedra.