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NADIE CONOCE EL FUTURO
No busquemos sombras negras en las noches tenebrosas, existen algunas fieras que no pueden ser dichosas. Nadie conoce el futuro por mucho que pise tierras, al ser el presente oscuro las ilusiones entierras. En estas tierras sorianas con muchísimas leyendas, se ven pasar las mañanas sin ver apenas las riendas. El Duero va transitando por estas tierras mundanas, y a su paso va dejando brisas que parecen sanas. El Ucero se despierta muy cerca de La Galiana, y dicen que sigue alerta soñando la vida sana. El futuro va llegando con sus penas y alegrías, sin querer nunca ir dañando sus pasos de simpatías. Con noches de negra Luna las penas vienen flotando, de vez en cuando en la cuna aun niño le ven gritando. Caminos que van al Duero, entre nieblas invernales, cruzando van El Ucero de mil formas naturales. Estos ríos castellanos cargados de penitencia, se sienten bien escarchados sin estudiarlos la ciencia. Tardes llenas de nostalgia que van brillando emociones, algunas tienen la magia de conocer las pasiones. Pinos marcando veredas en lugares apartados, sombras que a veces te enredan con momentos dislocados. Vivir buscando la historia de otros tiempos mal llevados, donde apenas la memoria dejó sus nombres grabados. El futuro está pendiente de lo que traiga el mañana, sin querer ser un valiente pudiera ser noche vana. Cuantas frases quedan rotas en los caminos sorianos, incluso viendo derrotas de algunos buenos humanos. Vamos dejando caminos llenos de buenas palabras, donde se ven adivinos que jamás hablaron de arras. El mañana va llegando con sus promesas de vida, esta tierra va pensando en alguna senda erguida. Entre las murallas viejas y sus bellos campanarios, El Burgo anula complejos en los tiempos solidarios. G X Cantalapiedra.
No busquemos sombras negras en las noches tenebrosas, existen algunas fieras que no pueden ser dichosas. Nadie conoce el futuro por mucho que pise tierras, al ser el presente oscuro las ilusiones entierras. En estas tierras sorianas con muchísimas leyendas, se ven pasar las mañanas sin ver apenas las riendas. El Duero va transitando por estas tierras mundanas, y a su paso va dejando brisas que parecen sanas. El Ucero se despierta muy cerca de La Galiana, y dicen que sigue alerta soñando la vida sana. El futuro va llegando con sus penas y alegrías, sin querer nunca ir dañando sus pasos de simpatías. Con noches de negra Luna las penas vienen flotando, de vez en cuando en la cuna aun niño le ven gritando. Caminos que van al Duero, entre nieblas invernales, cruzando van El Ucero de mil formas naturales. Estos ríos castellanos cargados de penitencia, se sienten bien escarchados sin estudiarlos la ciencia. Tardes llenas de nostalgia que van brillando emociones, algunas tienen la magia de conocer las pasiones. Pinos marcando veredas en lugares apartados, sombras que a veces te enredan con momentos dislocados. Vivir buscando la historia de otros tiempos mal llevados, donde apenas la memoria dejó sus nombres grabados. El futuro está pendiente de lo que traiga el mañana, sin querer ser un valiente pudiera ser noche vana. Cuantas frases quedan rotas en los caminos sorianos, incluso viendo derrotas de algunos buenos humanos. Vamos dejando caminos llenos de buenas palabras, donde se ven adivinos que jamás hablaron de arras. El mañana va llegando con sus promesas de vida, esta tierra va pensando en alguna senda erguida. Entre las murallas viejas y sus bellos campanarios, El Burgo anula complejos en los tiempos solidarios. G X Cantalapiedra.