SIN ENTENDER LAS RAZONES
Aquel hombre caminaba buscando nuevas razones,
su vida se marchitaba entre grises confusiones.
Por los caminos sorianos pensó vivir cierta historia,
sus sentimientos humanos eran de lograr la gloria.
Pisó pinares preciosos, buscó fuentes sin lamentos,
en sus pasos armoniosos no logró convencimientos.
Sobre caminos sencillos tuvo momentos risueños,
El Duero le dio sus brillos sin notar jamás empeños.
Pensando siempre en mañana para seguir caminando,
soñando con vida sana que le fuera consolando.
Sus palabras se perdían entre tristes conclusiones,
poco a poco marcharían al no vivir emociones.
Caminante de caminos por La Ribera del Duero,
sufridor entre los signos de cualquier aventurero.
La fuentes que se secaron, los ríos que se perdieron,
hubo sueños que dejaron frases que no comprendieron.
Cuando las penas afluyen a buscar el romancero,
muchos humanos concluyen al ver frío bajo cero.
Caminos viejos de Soria, con lamentos junto al Duero,
pueblos que guardan memoria de algún viejo caballero.
Nadie conoce razones, para frenar a los vientos,
tan solo siente emociones que puedan brotar alientos.
Pinares llenos de vida, enebros llamados viejos,
en esta tierra querida se anularan los complejos.
Vamos soñando caminos que nos lleven hasta El Duero,
sin temer los desatinos de ese frío pasajero.
G X Cantalapiedra.
Aquel hombre caminaba buscando nuevas razones,
su vida se marchitaba entre grises confusiones.
Por los caminos sorianos pensó vivir cierta historia,
sus sentimientos humanos eran de lograr la gloria.
Pisó pinares preciosos, buscó fuentes sin lamentos,
en sus pasos armoniosos no logró convencimientos.
Sobre caminos sencillos tuvo momentos risueños,
El Duero le dio sus brillos sin notar jamás empeños.
Pensando siempre en mañana para seguir caminando,
soñando con vida sana que le fuera consolando.
Sus palabras se perdían entre tristes conclusiones,
poco a poco marcharían al no vivir emociones.
Caminante de caminos por La Ribera del Duero,
sufridor entre los signos de cualquier aventurero.
La fuentes que se secaron, los ríos que se perdieron,
hubo sueños que dejaron frases que no comprendieron.
Cuando las penas afluyen a buscar el romancero,
muchos humanos concluyen al ver frío bajo cero.
Caminos viejos de Soria, con lamentos junto al Duero,
pueblos que guardan memoria de algún viejo caballero.
Nadie conoce razones, para frenar a los vientos,
tan solo siente emociones que puedan brotar alientos.
Pinares llenos de vida, enebros llamados viejos,
en esta tierra querida se anularan los complejos.
Vamos soñando caminos que nos lleven hasta El Duero,
sin temer los desatinos de ese frío pasajero.
G X Cantalapiedra.