LAS CAMPANAS DE LA CATEDRAL
Son testigos permanentes en estas tierras sorianas, con sentimientos presentes en las bonitas mañanas. Hay sonidos glamurosos que te dan los buenos días, y suspiros silenciosos que temen las noches frías. El Burgo de Osma nos marca muchas nuevas sensaciones, sobre el Ucero se embarca en preciosas tentaciones. Estas campanas sonando dejan sonidos dichosos, parece que van clamando los minutos más gozosos. Entre losas con historia El Burgo vive cuidando, que nunca pierda la gloria que hace tiempos fue logrando. Vienen vientos de la sierra que al Burgo le van dañando, y las gentes de esta tierra quizá lo sufren andando. Campanas entre murallas que son testigos del tiempo, que sufrieron las batallas sin temor al sufrimiento. El Burgo tiene su marcha que se nota en el silencio, y cualquier humano engancha sin jamás sentirse necio. Estas tierras del Ucero, que conocen otros ríos, saben que cerca está el Duero para dejarnos sus fríos. Piedras losas y razones El Burgo sigue marcando, con preciosas procesiones que se siguen celebrando. El tiempo tiene su ritmo entre buenas vibraciones, nadie piensa en el abismo de ciertas cavilaciones. Cuando soñamos dulzuras por estas tierras sorianas, no queremos amarguras por las sendas castellanas. Muchas culturas pasaron por estas tierras del Duero, y sus gestos se notaron en las sendas del Ucero. Las piedras nos van dejando señales de sus culturas, puede que fueran logrando revivir ciertas dulzuras. G X Cantalapiedra.
Son testigos permanentes en estas tierras sorianas, con sentimientos presentes en las bonitas mañanas. Hay sonidos glamurosos que te dan los buenos días, y suspiros silenciosos que temen las noches frías. El Burgo de Osma nos marca muchas nuevas sensaciones, sobre el Ucero se embarca en preciosas tentaciones. Estas campanas sonando dejan sonidos dichosos, parece que van clamando los minutos más gozosos. Entre losas con historia El Burgo vive cuidando, que nunca pierda la gloria que hace tiempos fue logrando. Vienen vientos de la sierra que al Burgo le van dañando, y las gentes de esta tierra quizá lo sufren andando. Campanas entre murallas que son testigos del tiempo, que sufrieron las batallas sin temor al sufrimiento. El Burgo tiene su marcha que se nota en el silencio, y cualquier humano engancha sin jamás sentirse necio. Estas tierras del Ucero, que conocen otros ríos, saben que cerca está el Duero para dejarnos sus fríos. Piedras losas y razones El Burgo sigue marcando, con preciosas procesiones que se siguen celebrando. El tiempo tiene su ritmo entre buenas vibraciones, nadie piensa en el abismo de ciertas cavilaciones. Cuando soñamos dulzuras por estas tierras sorianas, no queremos amarguras por las sendas castellanas. Muchas culturas pasaron por estas tierras del Duero, y sus gestos se notaron en las sendas del Ucero. Las piedras nos van dejando señales de sus culturas, puede que fueran logrando revivir ciertas dulzuras. G X Cantalapiedra.