EL BURGO DE OSMA: GRACIAS AL HOTEL UCERO...

GRACIAS AL HOTEL UCERO
Gracias al Hotel Ucero, pudimos comer tranquilos, y más tarde el aguacero muy de cerca lo vivimos. Fuimos recorriendo El Burgo para comer sin demora, más el martes es el yugo que no funciona a esa hora. Bares que tienen descanso, bares que no te precisan, son muchas las soledades que los cafés no revisan. Ahora si quiero entenderlo, que los martes no te cases, ni sueñes tener buen yerno si no existe desenlace. El Burgo tiene los martes para ver puertas cerradas, y que tu solo te apartes en tristes encrucijadas. La Plaza medio desierta, la Calle Mayor lo mismo, la Piscina no está abierta solo vimos el abismo. Gracias al Hotel Ucero, comimos muy bien y a gusto, después hablamos del Duero que puede darte un buen susto. Esta ciudad tan cristiana, que cierra a fondo los martes, no la sentí tan humana al ver que tiene sus partes. Preguntando sin respuestas, tan solo vi que explicaban, que en agosto son las fiestas que poco se celebraban. Los turistas se marcharon y El Burgo quedo dormido, tan solo allí se dejaron algún dinero perdido. Nadie quiere dar razones de estas jornadas del martes, y no se ven emociones ni gentes por todas partes. Septiembre sigue marchando con sus uvas maduradas, las manzanas van ganando estas preciosas jornadas. El Burgo quiere progreso, mas debe marcar andadas, cada cual tiene su peso entre lluvias encantadas. Por Favor todos el martes me parece silencioso, la lluvia por todas partes nos dejó viento celoso. El Ucero vi corriendo entre su arboles buenos, a El Burgo le vi sintiendo sin comprender tantos frenos. Esta ciudad castellana que te deja sus razones, la queremos ordenada entre sabias soluciones. G X Cantalapiedra. Hoy, 14 – de septiembre de 2021. Gracias al Hotel Ucero, comimos bien y no fue caro, agradecidos.