ERAN LAS CINCO DE LA MADRUGADA,
Aquel 16 de agosto del año 1990, a las cinco de la madrugada, aquel hombre lleno de paciencia, y sin grandes prisas al estar de vacaciones, y con un relente de frío soriano, intentando pasar por el desfiladero de la Güera, para dirigirse a su pueblo soriano, un poco antes había pasado una noche fabulosa en El Burgo de Osma, en su Plaza Mayor, donde una orquesta muy buena, hizo una noche de guardar en el cerebro. Más un control rutinario de la Guardia Civil frente a las canteras que allí estuvieron, le hicieron parar y tener que presentar su documentación: Se ve que de alcoholemia no tocaba, ya que este hombre soriano, apenas había bebido nada de alcohol, y al estar hablando frente a la linterna que tenían los Guardias, se daban cuenta perfectamente, que ni tenia ojos vidriosos, ni olía a ningún producto raro, Tan solo le preguntaron, de donde venía y hacía donde se dirigía, sus hijos y un amiga, comentaron. Menos mal que no bebiste, nada que te delatara, se ve que el café y los churros no dan problemas, minutos más tarde circulando por esa carretera comarcal, entre pinares, un jabalí grande de unos 80, kilos aproximadamente, cruzo dicha carretera, poniendo en peligro sus propias vidas, todos los ocupantes del coche chillaron al tiempo, mientras el coche frenaba con fuerza, y pudo detenerse unos metros antes de chocar con dicho animal. El Jabalí continuo su camino sin grandes prisas, y se introdujo en el pinar que en algunos tramos bordea el Río Duero, aquella sensación de oscuridad, al no haber empezado todavía la alborada, daban a la carretera un punto de fantasmas en la noche, que sobre esos pueblos sorianos, entonces medio desiertos, te daban que pensar. Esta comarca del Burgo de Osma, tiene lugares preciosos, pero los fantasmas de los animales sueltos, casi siempre son un peligro. Las fiestas nocturnas en esa comarca, son puntos de encuentro y diversión siempre seguros. G X Cantalapiedra.
Aquel 16 de agosto del año 1990, a las cinco de la madrugada, aquel hombre lleno de paciencia, y sin grandes prisas al estar de vacaciones, y con un relente de frío soriano, intentando pasar por el desfiladero de la Güera, para dirigirse a su pueblo soriano, un poco antes había pasado una noche fabulosa en El Burgo de Osma, en su Plaza Mayor, donde una orquesta muy buena, hizo una noche de guardar en el cerebro. Más un control rutinario de la Guardia Civil frente a las canteras que allí estuvieron, le hicieron parar y tener que presentar su documentación: Se ve que de alcoholemia no tocaba, ya que este hombre soriano, apenas había bebido nada de alcohol, y al estar hablando frente a la linterna que tenían los Guardias, se daban cuenta perfectamente, que ni tenia ojos vidriosos, ni olía a ningún producto raro, Tan solo le preguntaron, de donde venía y hacía donde se dirigía, sus hijos y un amiga, comentaron. Menos mal que no bebiste, nada que te delatara, se ve que el café y los churros no dan problemas, minutos más tarde circulando por esa carretera comarcal, entre pinares, un jabalí grande de unos 80, kilos aproximadamente, cruzo dicha carretera, poniendo en peligro sus propias vidas, todos los ocupantes del coche chillaron al tiempo, mientras el coche frenaba con fuerza, y pudo detenerse unos metros antes de chocar con dicho animal. El Jabalí continuo su camino sin grandes prisas, y se introdujo en el pinar que en algunos tramos bordea el Río Duero, aquella sensación de oscuridad, al no haber empezado todavía la alborada, daban a la carretera un punto de fantasmas en la noche, que sobre esos pueblos sorianos, entonces medio desiertos, te daban que pensar. Esta comarca del Burgo de Osma, tiene lugares preciosos, pero los fantasmas de los animales sueltos, casi siempre son un peligro. Las fiestas nocturnas en esa comarca, son puntos de encuentro y diversión siempre seguros. G X Cantalapiedra.