EN EL BURGO TUVO NOVIA
Aquel labrador tranquilo
entre las brisas sorianas,
en las piedras notó filo
haciendo buenas mañanas.
Eran tiempos de hace siglos,
entre pasiones sobradas,
fueron hombres con sigilos
con las razones cercadas.
Respetando los derechos
sin maltratar las almohadas,
sintieron mucho los hechos
de mujeres endiabladas.
En El Burgo tuvo novia
y de verdad la adoraba,
más la vida es una noria
con la que nunca contaba.
Un amigo de su pueblo
a su novia la buscaba,
y el demonio que anda suelto,
ella de novio cambiaba.
Aquel labrador airoso
sobre la tierra pisaba,
y sin ser un vanidoso
del hecho se lamentaba.
El juro darle castigo
al ver su novia robada,
el que nunca fue su amigo
nunca la espalda le daba,
Un día de sementera
con la escopeta cargada,
el tiempo le desespera
y quiere cuenta cerrada.
Quiso encontrarle sembrando,
pero aquel hombre volaba,
la escopeta disparando
a las mulas asustaba.
El que le robo la novia
de su pueblo se marchaba,
era temible la historia
la cuenta no está cerrada.
Los caminos de aquel pueblo
supieron la encrucijada,
al recordarlo yo pienso
hubo temida espantada.
G X Cantalapiedra.
Aquel labrador tranquilo
entre las brisas sorianas,
en las piedras notó filo
haciendo buenas mañanas.
Eran tiempos de hace siglos,
entre pasiones sobradas,
fueron hombres con sigilos
con las razones cercadas.
Respetando los derechos
sin maltratar las almohadas,
sintieron mucho los hechos
de mujeres endiabladas.
En El Burgo tuvo novia
y de verdad la adoraba,
más la vida es una noria
con la que nunca contaba.
Un amigo de su pueblo
a su novia la buscaba,
y el demonio que anda suelto,
ella de novio cambiaba.
Aquel labrador airoso
sobre la tierra pisaba,
y sin ser un vanidoso
del hecho se lamentaba.
El juro darle castigo
al ver su novia robada,
el que nunca fue su amigo
nunca la espalda le daba,
Un día de sementera
con la escopeta cargada,
el tiempo le desespera
y quiere cuenta cerrada.
Quiso encontrarle sembrando,
pero aquel hombre volaba,
la escopeta disparando
a las mulas asustaba.
El que le robo la novia
de su pueblo se marchaba,
era temible la historia
la cuenta no está cerrada.
Los caminos de aquel pueblo
supieron la encrucijada,
al recordarlo yo pienso
hubo temida espantada.
G X Cantalapiedra.