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CABALLO GRANDE ANDE O NO ANDE
Corriendo por los caminos que nos conducen al Duero, bebemos los buenos vinos del cariño verdadero. Vamos corriendo en la vida sin buscar jamás consuelo, somos la bala perdida que nunca levanta vuelo. Somos humanos andando que vamos mirando el suelo, mientras vamos caminando sin querer el desconsuelo. Caminamos en la tarde al lado del Río Ucero, y nunca parece en balde pensar que está cerca el Duero. Por caminos diferentes entre vientos pasajeros, vamos mirando a las gentes entre signos placenteros. Llegan los vientos deprisa, deprisa va el viajero, a veces vemos la brisa que dicen viene del Duero. No hay caballos galopando, ni burros con sus burreros, ni labradores pensando en los fríos traicioneros. Me dicen que no hay caballos por las tierras del Ucero, no saben que los templarios usaron lanzas de acero. En estas tierras del Burgo donde los fríos son serios, nadie quiere llevar yugo ni cobijar más misterios. Las noches tienen estrellas, los gallos cantan boleros, y muchas mujeres bellas saben de sueños sinceros. Caballo grande corriendo, para recorrer Castilla, el viento viene fingiendo sin hablar de maravilla. G X Cantalapiedra.
Corriendo por los caminos que nos conducen al Duero, bebemos los buenos vinos del cariño verdadero. Vamos corriendo en la vida sin buscar jamás consuelo, somos la bala perdida que nunca levanta vuelo. Somos humanos andando que vamos mirando el suelo, mientras vamos caminando sin querer el desconsuelo. Caminamos en la tarde al lado del Río Ucero, y nunca parece en balde pensar que está cerca el Duero. Por caminos diferentes entre vientos pasajeros, vamos mirando a las gentes entre signos placenteros. Llegan los vientos deprisa, deprisa va el viajero, a veces vemos la brisa que dicen viene del Duero. No hay caballos galopando, ni burros con sus burreros, ni labradores pensando en los fríos traicioneros. Me dicen que no hay caballos por las tierras del Ucero, no saben que los templarios usaron lanzas de acero. En estas tierras del Burgo donde los fríos son serios, nadie quiere llevar yugo ni cobijar más misterios. Las noches tienen estrellas, los gallos cantan boleros, y muchas mujeres bellas saben de sueños sinceros. Caballo grande corriendo, para recorrer Castilla, el viento viene fingiendo sin hablar de maravilla. G X Cantalapiedra.