LAS LÁGRIMAS DEL UCERO
Esta mañana temprano
cinco grados bajo cero,
sobre este suelo cristiano
no brillaba el aguacero.
Los burguenses lo pensaban,
hubo quien sentía miedo,
las heladas que llegaban
dejaban algún enredo.
La madrugada llegaba
con su frío traicionero,
y El Rio Ucero pensaba
estamos cerca del Duero.
Los arboles presintiendo
los horrores del invierno,
las calles fueron sintiendo
cierto frío tan eterno.
Están llegando los fríos
más nunca acongoja verlos,
dicen que siguen los ríos
que no debemos temerlos.
Las murallas aguantando
estos fríos otoñales,
que vienen solo dejando
muchas y fuertes señales.
Pronto llegara el invierno
con sus fríos invernales,
y soñaremos infierno
pensando en cosas fatales.
Estos fríos altaneros
que afluyen de madrugada,
nos parecen agoreros
sin esperar la alborada.
Veremos brillar la Luna
al lado de los luceros,
y buscaremos fortuna
en sueños aventureros.
G X Cantalapiedra.
Esta mañana temprano
cinco grados bajo cero,
sobre este suelo cristiano
no brillaba el aguacero.
Los burguenses lo pensaban,
hubo quien sentía miedo,
las heladas que llegaban
dejaban algún enredo.
La madrugada llegaba
con su frío traicionero,
y El Rio Ucero pensaba
estamos cerca del Duero.
Los arboles presintiendo
los horrores del invierno,
las calles fueron sintiendo
cierto frío tan eterno.
Están llegando los fríos
más nunca acongoja verlos,
dicen que siguen los ríos
que no debemos temerlos.
Las murallas aguantando
estos fríos otoñales,
que vienen solo dejando
muchas y fuertes señales.
Pronto llegara el invierno
con sus fríos invernales,
y soñaremos infierno
pensando en cosas fatales.
Estos fríos altaneros
que afluyen de madrugada,
nos parecen agoreros
sin esperar la alborada.
Veremos brillar la Luna
al lado de los luceros,
y buscaremos fortuna
en sueños aventureros.
G X Cantalapiedra.