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ES UNA VIEJA LEYENDA
Pasaron más de dos siglos,
y han cambiado las costumbres,
ayer pidieron sigilos
para borrar ciertas lumbres.
Aquel hombre fue muriendo
sin enterarse la gente,
al tiempo que fue sufriendo
en aquel penoso ambiente.
Una noche de Los Santos
campanas tocan a muerto,
nadie ve soltar los llantos
ni saben si existe acierto.
Un vecino de aquel hombre
quiere que suenen campanas,
y alguien pronuncia su nombre
al ver las noches insanas.
El hombre murió tranquilo
escuchando las campanas,
alguien quiso poner filo
a las historias profanas.
Campanas tocando ha muerto,
las noches borran besanas,
en aquel momento incierto
las leyendas no son sanas.
Las velas para el difunto,
con palmatorias de lata,
El Burgo borro el disgusto
sin usar copas de plata.
La guadaña de la muerte
se aproxima a tu ventana,
no quieras hablar de suerte
ni pensar en vida vana.
En la noche de Los Santos
Las Ánimas no descansan,
y notaremos los llantos
cuando las mentes se amansan.
G X Cantalapiedra.
Pasaron más de dos siglos,
y han cambiado las costumbres,
ayer pidieron sigilos
para borrar ciertas lumbres.
Aquel hombre fue muriendo
sin enterarse la gente,
al tiempo que fue sufriendo
en aquel penoso ambiente.
Una noche de Los Santos
campanas tocan a muerto,
nadie ve soltar los llantos
ni saben si existe acierto.
Un vecino de aquel hombre
quiere que suenen campanas,
y alguien pronuncia su nombre
al ver las noches insanas.
El hombre murió tranquilo
escuchando las campanas,
alguien quiso poner filo
a las historias profanas.
Campanas tocando ha muerto,
las noches borran besanas,
en aquel momento incierto
las leyendas no son sanas.
Las velas para el difunto,
con palmatorias de lata,
El Burgo borro el disgusto
sin usar copas de plata.
La guadaña de la muerte
se aproxima a tu ventana,
no quieras hablar de suerte
ni pensar en vida vana.
En la noche de Los Santos
Las Ánimas no descansan,
y notaremos los llantos
cuando las mentes se amansan.
G X Cantalapiedra.