AQUEL HOMBRE ATEO EN EL BURGO DE OSMA
Hace más de dos siglos, un hombre que nació y vivió en El Burgo de Osma, con sus pensamientos religiosos confusos, parece que su destino era ser ateo, no creer en nada, sus padres eran cristianos llenos de sus verdades, y además de las personas que cumplían con su deber de cristiano practicante. Más el hijo con 22, años se marchó al ejército español, y cuando pasaron un par de años, volvió de nuevo al Burgo, con la mente cambiada, el desengaño encima, y con cicatrices que se encontró en diferentes contiendas. Donde su vida corrió peligro, pero su fuerza de voluntad y sus ganas de volver a ser aquel joven, que trabajaba en los pinares y enebrales, sin ningún miedo, le hicieron volver a su tierra y disfrutar con los suyos tan bonita vuelta. Aunque no fue todo de color de rosa, El padre había enfermado, no sabían de qué, pero su vida se acababa, como si fuera una vela que se consumiera. El joven aquel se fue una noche a la Catedral donde había leyenda de la Biblia, y pudo hablar con diferentes personas religiosas, sus dudas eran terribles, tenía verdaderas crisis de ansiedad, pensando en la creación del universo, y otros misterios sin resolver, habló con el verdadero motor religioso de dicha Catedral del Burgo, y al finalizar la charla, le pregunto, quien está por encima de usted, quiero aclarar mis dudas como humano, para poder ser un cristiano de verdad, si no es así, seré para siempre un ateo, Ya que el pasó por diferentes lugares, y el conocimiento de personas más preparadas que yo, me llevan a la incredulidad de todos mis principios como cristiano. Aquel hombre religioso, canónigo de la Catedral, charlo con el joven aquel durante dos horas, y al terminar su conversación, ya cansado dicho canónigo, de explicarle sus pasos por el seminario, no le hacían cambiar de idea aquel joven, que en aquellos años era un hombre culto, dentro de su formación humana, solo al final le dijo, ¡Ruega a Dios para que te ilumine y puedas ser un hombre de provecho y cristiano de corazón y palabra ¡. Días más tarde fallecía el padre del joven soldado, y en El Burgo fue enterrado con todas las atenciones religiosas, al tiempo que aquel joven, sobre su mente humana, seguía pensando en misterios imposibles de resolver. Aquel joven que había sido soldado, pasado algún tiempo dejo su puesto en su familia aun hermano menor, para que siguiera su camino de labrador en esa Villa, y él inmigrar sin dejar dicho donde terminaría, ni poder aclarar sus dudas de cristiano antiguo, nunca supieron de aquel joven sus familiares, el camino que tomo, no debió de ser nada fácil. G X Cantalapiedra.
Hace más de dos siglos, un hombre que nació y vivió en El Burgo de Osma, con sus pensamientos religiosos confusos, parece que su destino era ser ateo, no creer en nada, sus padres eran cristianos llenos de sus verdades, y además de las personas que cumplían con su deber de cristiano practicante. Más el hijo con 22, años se marchó al ejército español, y cuando pasaron un par de años, volvió de nuevo al Burgo, con la mente cambiada, el desengaño encima, y con cicatrices que se encontró en diferentes contiendas. Donde su vida corrió peligro, pero su fuerza de voluntad y sus ganas de volver a ser aquel joven, que trabajaba en los pinares y enebrales, sin ningún miedo, le hicieron volver a su tierra y disfrutar con los suyos tan bonita vuelta. Aunque no fue todo de color de rosa, El padre había enfermado, no sabían de qué, pero su vida se acababa, como si fuera una vela que se consumiera. El joven aquel se fue una noche a la Catedral donde había leyenda de la Biblia, y pudo hablar con diferentes personas religiosas, sus dudas eran terribles, tenía verdaderas crisis de ansiedad, pensando en la creación del universo, y otros misterios sin resolver, habló con el verdadero motor religioso de dicha Catedral del Burgo, y al finalizar la charla, le pregunto, quien está por encima de usted, quiero aclarar mis dudas como humano, para poder ser un cristiano de verdad, si no es así, seré para siempre un ateo, Ya que el pasó por diferentes lugares, y el conocimiento de personas más preparadas que yo, me llevan a la incredulidad de todos mis principios como cristiano. Aquel hombre religioso, canónigo de la Catedral, charlo con el joven aquel durante dos horas, y al terminar su conversación, ya cansado dicho canónigo, de explicarle sus pasos por el seminario, no le hacían cambiar de idea aquel joven, que en aquellos años era un hombre culto, dentro de su formación humana, solo al final le dijo, ¡Ruega a Dios para que te ilumine y puedas ser un hombre de provecho y cristiano de corazón y palabra ¡. Días más tarde fallecía el padre del joven soldado, y en El Burgo fue enterrado con todas las atenciones religiosas, al tiempo que aquel joven, sobre su mente humana, seguía pensando en misterios imposibles de resolver. Aquel joven que había sido soldado, pasado algún tiempo dejo su puesto en su familia aun hermano menor, para que siguiera su camino de labrador en esa Villa, y él inmigrar sin dejar dicho donde terminaría, ni poder aclarar sus dudas de cristiano antiguo, nunca supieron de aquel joven sus familiares, el camino que tomo, no debió de ser nada fácil. G X Cantalapiedra.