AQUELLOS HUERTOS SALVA HAMBRE
Fueron años diferentes con el hambre muy cercano, la gente buscando ambientes donde todo era mundano. Los huertos daban verduras, eran siempre trabajados, dicen que vieron diabluras en momento delicados. Lechugas, berzas, repollos, tomates por todos lados, pimientos verdes y rojos con acelgas rebozados. Zanahorias para la vista con guisantes repuntados, las cebollas con patatas, escarolas, coliflor y algunos cardos. Maíz entre girasoles para marcar los descansos, calabazas entre soles y melones bien cuidados. Eran años de penumbras, eran tiempos empeñados, los huertos fueron salva hambre y hoy se ven abandonados. Cuantos huertos en Castilla tienen sus días contados, ayer fueron maravilla y hoy no se ven ni cercados. Cosechando todos días, con azadas de labrarlos, en algunas noches frías hubo que saber taparlos. Los abuelos a sus nietos les comentan lo pasado, y los nietos les repican, es un tiempo ya borrado. Huertos que fueron despensa en aquellos grises años, donde las cosas más tensas eran garbanzos guardados. La vida tiene sus ciclos que nadie quiere pasarlos, algunos se ven malditos y hasta cuesta recordarlos. Hubo huertos de familia cargados de sobresaltos, cuando la vida se lía podemos ver muchos llantos. Huertos que fueron brillando con sus cosechas pequeñas, a veces fueron quedando en las casas más risueñas. Recuerdos que siguen vivos, huertos que siguen callados, no olvidemos adjetivos en estos tiempos marcados. G X Cantalapiedra.
Fueron años diferentes con el hambre muy cercano, la gente buscando ambientes donde todo era mundano. Los huertos daban verduras, eran siempre trabajados, dicen que vieron diabluras en momento delicados. Lechugas, berzas, repollos, tomates por todos lados, pimientos verdes y rojos con acelgas rebozados. Zanahorias para la vista con guisantes repuntados, las cebollas con patatas, escarolas, coliflor y algunos cardos. Maíz entre girasoles para marcar los descansos, calabazas entre soles y melones bien cuidados. Eran años de penumbras, eran tiempos empeñados, los huertos fueron salva hambre y hoy se ven abandonados. Cuantos huertos en Castilla tienen sus días contados, ayer fueron maravilla y hoy no se ven ni cercados. Cosechando todos días, con azadas de labrarlos, en algunas noches frías hubo que saber taparlos. Los abuelos a sus nietos les comentan lo pasado, y los nietos les repican, es un tiempo ya borrado. Huertos que fueron despensa en aquellos grises años, donde las cosas más tensas eran garbanzos guardados. La vida tiene sus ciclos que nadie quiere pasarlos, algunos se ven malditos y hasta cuesta recordarlos. Hubo huertos de familia cargados de sobresaltos, cuando la vida se lía podemos ver muchos llantos. Huertos que fueron brillando con sus cosechas pequeñas, a veces fueron quedando en las casas más risueñas. Recuerdos que siguen vivos, huertos que siguen callados, no olvidemos adjetivos en estos tiempos marcados. G X Cantalapiedra.