EL BURGO DE OSMA: ERA UNA NOCHE DE NIEBLA...

ERA UNA NOCHE DE NIEBLA
Aquella noche de niebla fue subiendo el Temeroso, aquel hombre vanidoso le tentó el demonio y tiembla. Subiendo en un coche viejo con el embrague quemado, le brotaron los complejos y se notó derrotado. Iba camino de Soria y a la vez quiso ir pensando, que cualquier sombra es historia que te pudiera ir marcando. Una niebla algo lluviosa con el suelo algo mojado, la carretera horrorosa le dejaba marginado. Sin dejar seguir al miedo en su camino trazado, notó cómo un falso enredo sobre aquel Puerto marcado. La niebla viene del Duero, con su fuerza y su descaro, nadie piensa que el Ucero tiene su rumbo marcado. Aquella noche de niebla el hombre paso un mal trago, su vista ve que le tiembla en aquel camino largo. Iba circulando a Soria entre nieblas y algún claro, y pensó que su memoria no tuviera nada raro. El Temeroso era miedo si le pasabas temblando, para conocer su credo la niebla te iba dañando. Curvas con mucho peligro, enebros de monte claro, donde el coche daba el giro sin las voces ni el descaro. Cuantos serios accidentes tuvo ese Puerto pelado, lo conocieron las gentes y alguno quizá llorando. Recordar EL Temeroso es pésimo resultado, hablan qué fue vanidoso dejando tiempo apenado. Solo las sombras palpitan entre grises arbolados, y algunas veces nos gritan viendo vientos complicados. G X Cantalapiedra.