NO SÉ HAN MARCHADO LOS VIRUS
Los virus siguen presentes
por las tierras castellanas,
y dejan sueños pendientes
haciendo noches insanas.
Estos virus tenebrosos
que saben hacernos daños,
nos parecen horrorosos
aunque se pasen los años.
Corren por El Río Ucero
sin hablarnos de sus males,
pudiendo llegar al Duero
entre tiempos anormales.
Estos virus penitentes
que siguen marcando fechas,
los tenemos muy presentes
al ver que dejan sus brechas.
Sin apenas meter ruido
eligen cauces normales,
el virus marcha escondido
causando daños fatales.
Por el Burgo caminando
viene dejando sus huellas,
apenas le ves andando
anulando cosas bellas.
Este virus tan dañino
que sigue dando su traca,
nada dice de camino
pero al que puede le ataca.
No perdamos las costumbres
de ponernos mascarillas,
y reconocer las lumbres
que dejan sus pesadillas.
Corre el virus en pinares
por esas tierras sorianas,
afectando a los hogares
de las familias cercanas.
G X Cantalapiedra.
Los virus siguen presentes
por las tierras castellanas,
y dejan sueños pendientes
haciendo noches insanas.
Estos virus tenebrosos
que saben hacernos daños,
nos parecen horrorosos
aunque se pasen los años.
Corren por El Río Ucero
sin hablarnos de sus males,
pudiendo llegar al Duero
entre tiempos anormales.
Estos virus penitentes
que siguen marcando fechas,
los tenemos muy presentes
al ver que dejan sus brechas.
Sin apenas meter ruido
eligen cauces normales,
el virus marcha escondido
causando daños fatales.
Por el Burgo caminando
viene dejando sus huellas,
apenas le ves andando
anulando cosas bellas.
Este virus tan dañino
que sigue dando su traca,
nada dice de camino
pero al que puede le ataca.
No perdamos las costumbres
de ponernos mascarillas,
y reconocer las lumbres
que dejan sus pesadillas.
Corre el virus en pinares
por esas tierras sorianas,
afectando a los hogares
de las familias cercanas.
G X Cantalapiedra.