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EL BURGO DE OSMA: AQUEL HOMBRE QUERIA ROMPER CON SU PASADO...

AQUEL HOMBRE QUERIA ROMPER CON SU PASADO
Eran tiempos difíciles, eran muchos años donde intentaba salir corriendo de aquella tierra de Soria, Su mente funcionaba bastante bien, pero su voluntad se negaba a salir corriendo, sin saber donde quería llegar, y como soñaba vivir en donde llegase. Estaba soltero y sin poder ofrecer su amor a nadie de aquel entorno, ya que era conocido por su soltería y su forma de vestir, Su mentalidad en una noche de borrachera, le hicieron recapacitar para poder cambiar de forma de vida, y sin tardar mucho tiempo abandono su trabajo sin decir que se marchaba ya que no sabía donde, No hubo despedida de nadie, su casa la cerro en la madrugada, y como se encontraba solo a nadie dio explicación, era como una tormenta pasajera, que no sabía donde podría terminar, Su coche bastante viejo no estaba para recorrer muchos caminos, y sus ilusiones se frenaban al pensar donde terminaría aquel día del mes de octubre, Más hay veces que la vida te pone a prueba. Y circulas como un autómata sin límites de nada, sin querer dejar huellas ni provocar algaradas, aquel coche pequeño, parecía sonar con ganas de ir circulando, camino de no se donde ni cómo ni cuando, Anduvo como tres horas sin parar el coche y si bajarse de dicho vehículo, hasta llegar a una gasolinera, de la provincia de León. Donde un letrero colocado en su oficina indicaba un trabajo de leñador sin demasiado oficio, cosa que enseguida se preocupo de encontrar al responsable, que le dio el trabajo, y un dormitorio para poder descansar, El hombre soriano no dudo el trabajar fuerte, para poder recuperarse en economía, cosa que parecía ir bastante bien, con el tiempo logró tener amistades de mujeres, que le ayudaban a solventar su soledad en las horas duras de su vida, que con el tiempo le costaría muchos problemas de salud, cuando miraba hacía atrás se daba cuenta de sus grabes errores, Más ya no había remedio, una maldita enfermedad le llevaría al final de su vida, que a nadie de su viejo entorno se lo llegaría a contar. Tuvo malos días en su cama, esperando que la guadaña acabara con él, con el solo consuelo de aquellas mujeres que le hicieron pasar buenos ratos, llevándose su dinero sin ser ladronas, al revés, el hombre aquel agradecía la compañía que tuvo en sus ultimas horas, diciendo dios aprieta, pero no ahoga. G X Cantalapiedra.