MIRANDO AL BURGO DE OSMA
Como si fuera sorpresa que se lleva con misterio, a veces pensarlo pesa y es el asunto muy serio. Mirando al Burgo de lejos entre brisas heladoras, se pueden romper complejos viendo flores tentadoras. Caminar entre sus piedras sin poner ningún reparo, y ver como crecen hierbas con absoluto descaro. Losas y piedras marcando estas tierras castellanas, que fueron siempre dejando recuerdos en sus mañanas. Vienen sonando campanas de su Torre tan hermosa, que hacen ver las vidas sanas en cualquier fecha gozosa. El Burgo tiene reflejos de otras épocas pasadas, hoy todo parece lejos incluso las madrugadas. El Ucero va corriendo entre piedras marginadas, en su ritmo va sintiendo las mañanas complicadas. La Catedral de testigo como su gran monumento, El Burgo no ve castigo cuando corre mucho el viento. Noches de fríos intensos que siguen al Río Ucero, en los momentos más tensos piensas en el Río Duero. Ese gran desfiladero que va buscando salida, parece ser traicionero en la noche más perdida. No hay Puente sin una historia, ni senda que esté afligida, si buscamos la memoria habrá la huella escondida. Los álamos del Ucero presienten la primavera, en este tiempo altanero el frío sigue a la vera. Losas que marcan senderos, murallas que son testigos, entre rumbos pasajeros pudieran venir castigos. El Burgo tiene leyendas, Uxama sufridos siglos, no sé dónde están las riendas ni tampoco los sigilos. La Atalaya musulmana siempre tuvo su destino, es esa tierra mañana pudiera haber adivino. G X Cantalapiedra.
Como si fuera sorpresa que se lleva con misterio, a veces pensarlo pesa y es el asunto muy serio. Mirando al Burgo de lejos entre brisas heladoras, se pueden romper complejos viendo flores tentadoras. Caminar entre sus piedras sin poner ningún reparo, y ver como crecen hierbas con absoluto descaro. Losas y piedras marcando estas tierras castellanas, que fueron siempre dejando recuerdos en sus mañanas. Vienen sonando campanas de su Torre tan hermosa, que hacen ver las vidas sanas en cualquier fecha gozosa. El Burgo tiene reflejos de otras épocas pasadas, hoy todo parece lejos incluso las madrugadas. El Ucero va corriendo entre piedras marginadas, en su ritmo va sintiendo las mañanas complicadas. La Catedral de testigo como su gran monumento, El Burgo no ve castigo cuando corre mucho el viento. Noches de fríos intensos que siguen al Río Ucero, en los momentos más tensos piensas en el Río Duero. Ese gran desfiladero que va buscando salida, parece ser traicionero en la noche más perdida. No hay Puente sin una historia, ni senda que esté afligida, si buscamos la memoria habrá la huella escondida. Los álamos del Ucero presienten la primavera, en este tiempo altanero el frío sigue a la vera. Losas que marcan senderos, murallas que son testigos, entre rumbos pasajeros pudieran venir castigos. El Burgo tiene leyendas, Uxama sufridos siglos, no sé dónde están las riendas ni tampoco los sigilos. La Atalaya musulmana siempre tuvo su destino, es esa tierra mañana pudiera haber adivino. G X Cantalapiedra.