ENTRE VIENTOS DEPRIMIDOS
Aquel hombre que sentía
que su vida se marchaba,
sobre su rostro caía
una lagrima angustiada.
Buscaba los nuevos vientos
que no fueran marginados,
su vida de sufrimientos
eran sueños desbocados.
En esa Semana Santa
viendo a Cristo maltratado,
aquel dolor hoy le espanta
y su rumbo ve truncado.
Esos vientos deprimidos,
esos llantos enmarcados,
viendo sus pasos perdidos
no tiene rumbos soñados.
Entre murallas de piedra
cargadas de sobresaltos,
viene surgiendo la hiedra
cuando se mueven los santos.
Sus ojos están temblando
en esa noche tan fría,
las losas siguen brillando
sin escuchar melodía.
Cuando mira al firmamento
su corazón se ilumina,
hoy teme sufrir invento
si la vida se termina.
Apenas le queda fuerza
en aquel ambiente frío,
no quiere ver la torpeza
de la humedad de aquel Río.
La noche le va agotando,
su corazón sigue hundido,
la vida se va acabando
y es un hombre incomprendido.
G X Cantalapiedra.
Aquel hombre que sentía
que su vida se marchaba,
sobre su rostro caía
una lagrima angustiada.
Buscaba los nuevos vientos
que no fueran marginados,
su vida de sufrimientos
eran sueños desbocados.
En esa Semana Santa
viendo a Cristo maltratado,
aquel dolor hoy le espanta
y su rumbo ve truncado.
Esos vientos deprimidos,
esos llantos enmarcados,
viendo sus pasos perdidos
no tiene rumbos soñados.
Entre murallas de piedra
cargadas de sobresaltos,
viene surgiendo la hiedra
cuando se mueven los santos.
Sus ojos están temblando
en esa noche tan fría,
las losas siguen brillando
sin escuchar melodía.
Cuando mira al firmamento
su corazón se ilumina,
hoy teme sufrir invento
si la vida se termina.
Apenas le queda fuerza
en aquel ambiente frío,
no quiere ver la torpeza
de la humedad de aquel Río.
La noche le va agotando,
su corazón sigue hundido,
la vida se va acabando
y es un hombre incomprendido.
G X Cantalapiedra.