SENTIR Y SUFRIR NO ES MORIR
Siempre escuche de pequeño que se viven sufrimientos, y que te queda risueño el ver que anulas alientos. Sentir y sufrir no es morir, ni buscar amigos viejos, que llegaron a convivir con moderados complejos. Hay momentos en la vida que pueden faltarte alientos, y temes la despedida de algunos penosos vientos. No quieras sentir reclamos ni predicar en desiertos, y ver que no existen amos cuando sólo quedan muertos. La vida pasa factura, y te cuenta a paso lento, y no sientas la locura de cualquier sufrido invento. Para apreciar la alegría debes de pasar tormentos, y pensar en la agonía de muchos malos momentos. Cuando la mente se tuerce en las horas complicadas, sobre tu mente se crece palabras que son gravadas. No precisas negaciones, ni que te cuenten más cuentos, ni querer tener razones cuando soplan malos vientos. No te llenes de tristeza, estamos todos de paso, cada cual con su torpeza para borrar tu fracaso. Una luz de madrugada hará más grande tu entrega, no existe fecha marcada por mucho que a dios se ruega. Como humanos nos portamos en las sombras de la noche, queremos libres las manos sin soñar con el reproche. Las noches se vuelven negras sin implorar los delirios, a veces sientes las fieras que sufren también martirios. Sufrir teniendo paciencia hace más grande al humano, aunque se calle la ciencia viene el dolor en la mano. Las campanas siguen mudas esperando la sorpresa, existen penas agudas que contiene alguna mesa. La mañana se va yendo sin conocer las barreras, pudiera llegar sufriendo mientras enciende quimeras. No grites en la mañana que tus vecinos lo sientan, la vida nunca fue vana ni los lamentos te ausentan. Que tu libertad aflore por tus caminos inciertos, y que tu vida decore en estos tiempos siniestros. No te amarres a tu cama, dile que borras complejos, que si la muerte reclama dile que te fuiste lejos. Mira tus manos con fuerza que se llenan de armonía, y no vivas en tibieza mientras buscas la alegría.
G X Cantalapiedra.
Siempre escuche de pequeño que se viven sufrimientos, y que te queda risueño el ver que anulas alientos. Sentir y sufrir no es morir, ni buscar amigos viejos, que llegaron a convivir con moderados complejos. Hay momentos en la vida que pueden faltarte alientos, y temes la despedida de algunos penosos vientos. No quieras sentir reclamos ni predicar en desiertos, y ver que no existen amos cuando sólo quedan muertos. La vida pasa factura, y te cuenta a paso lento, y no sientas la locura de cualquier sufrido invento. Para apreciar la alegría debes de pasar tormentos, y pensar en la agonía de muchos malos momentos. Cuando la mente se tuerce en las horas complicadas, sobre tu mente se crece palabras que son gravadas. No precisas negaciones, ni que te cuenten más cuentos, ni querer tener razones cuando soplan malos vientos. No te llenes de tristeza, estamos todos de paso, cada cual con su torpeza para borrar tu fracaso. Una luz de madrugada hará más grande tu entrega, no existe fecha marcada por mucho que a dios se ruega. Como humanos nos portamos en las sombras de la noche, queremos libres las manos sin soñar con el reproche. Las noches se vuelven negras sin implorar los delirios, a veces sientes las fieras que sufren también martirios. Sufrir teniendo paciencia hace más grande al humano, aunque se calle la ciencia viene el dolor en la mano. Las campanas siguen mudas esperando la sorpresa, existen penas agudas que contiene alguna mesa. La mañana se va yendo sin conocer las barreras, pudiera llegar sufriendo mientras enciende quimeras. No grites en la mañana que tus vecinos lo sientan, la vida nunca fue vana ni los lamentos te ausentan. Que tu libertad aflore por tus caminos inciertos, y que tu vida decore en estos tiempos siniestros. No te amarres a tu cama, dile que borras complejos, que si la muerte reclama dile que te fuiste lejos. Mira tus manos con fuerza que se llenan de armonía, y no vivas en tibieza mientras buscas la alegría.
G X Cantalapiedra.