A VECES TE PUEDES EQUIVOCAR
Era el año de 1973, las carreteras españolas estaban empezando algunas a ser ensanchadas, y la carretera de Madrid a Burgos, o sea la Nacional, I, era una de esas vías que aspiraban a ser autovía. Aunque tuvimos que pasar muchas veces por dicha carretera, con las obras atrancando la circulación. El llegar al Burgo de Osma, era tener calma y saber aguantar todo aquel tiempo de obras permanentes, hoy día digamos que mereció la pena el tiempo transcurrido, La futura autovía del Duero, parece ser esa obra que nunca se ve terminada, siempre con camiones moviéndose por su entorno, y maquinaria tratando de llevar a buen puerto esa difícil tarea, Quizá el día que esté terminada, se cambie de camino como diría el poeta, y dejaríamos de lado esos Altos de Ayllón, para circular hasta las proximidades de Aranda de Duero, y así solo circular por autovía, para evitar algunos peligros y tramos de carretera a esa velocidad de 90, kilómetros hora, que hoy en día parecen aumentar el tiempo del recorrido. Y eso que varios pueblos no se pasan por su centro, evitando el peligro y el tiempo perdido en dichos cruces. A veces te puedes equivocar, no lo dudo, pero perdemos muchas horas en viajar sin calcular la distancia y si el recorrido esta normal. Sin semáforos ni Puentes, aunque sea el del ROMANCERO DEL CID CAMPEADOR. Ya que esta tierra castellana por suerte está llena de recuerdos que siguen en la actualidad vivos. Aunque las circunstancias sean ahora diferentes, vivimos en un tiempo, que queremos controlar hasta la velocidad del viento, y cualquier anomalía que tengamos en cualquier destino, nos parece un incidente, que algunas veces nos puede equivocar, ya que todo el tiempo que transcurre sobre los viajes, puede ser un tiempo perdido por cualquier momento de cosas extrañas, que jamás pensamos en sus posibilidades. G X Cantalapiedra.
Era el año de 1973, las carreteras españolas estaban empezando algunas a ser ensanchadas, y la carretera de Madrid a Burgos, o sea la Nacional, I, era una de esas vías que aspiraban a ser autovía. Aunque tuvimos que pasar muchas veces por dicha carretera, con las obras atrancando la circulación. El llegar al Burgo de Osma, era tener calma y saber aguantar todo aquel tiempo de obras permanentes, hoy día digamos que mereció la pena el tiempo transcurrido, La futura autovía del Duero, parece ser esa obra que nunca se ve terminada, siempre con camiones moviéndose por su entorno, y maquinaria tratando de llevar a buen puerto esa difícil tarea, Quizá el día que esté terminada, se cambie de camino como diría el poeta, y dejaríamos de lado esos Altos de Ayllón, para circular hasta las proximidades de Aranda de Duero, y así solo circular por autovía, para evitar algunos peligros y tramos de carretera a esa velocidad de 90, kilómetros hora, que hoy en día parecen aumentar el tiempo del recorrido. Y eso que varios pueblos no se pasan por su centro, evitando el peligro y el tiempo perdido en dichos cruces. A veces te puedes equivocar, no lo dudo, pero perdemos muchas horas en viajar sin calcular la distancia y si el recorrido esta normal. Sin semáforos ni Puentes, aunque sea el del ROMANCERO DEL CID CAMPEADOR. Ya que esta tierra castellana por suerte está llena de recuerdos que siguen en la actualidad vivos. Aunque las circunstancias sean ahora diferentes, vivimos en un tiempo, que queremos controlar hasta la velocidad del viento, y cualquier anomalía que tengamos en cualquier destino, nos parece un incidente, que algunas veces nos puede equivocar, ya que todo el tiempo que transcurre sobre los viajes, puede ser un tiempo perdido por cualquier momento de cosas extrañas, que jamás pensamos en sus posibilidades. G X Cantalapiedra.