QUISO VOLAR POR ENCIMA DEL UCERO
Como un sueño pasajero aquel joven emprendía su camino aventurero que hasta El Burgo le traería. Desde Coruña del Conde por La Ribera del Duero, aquel joven presentía ser un pájaro altanero. Plumas de distintas aves busco el hijo del herrero, su semblante de trabajo era volar hasta el Duero, Muchas horas de su vida soñando volar ligero, alguna gente decía es el hijo del herrero. Desde el alto de su pueblo por el aire se lanzaba, volando 167, metros y por el suelo rodaba, Que hazaña más entendida, que volar al alto cielo, aquel joven presentía ser un icaro de vuelo. Han pasado muchos años, las historias dan desvelos, se subieron los peldaños que siempre te dan consuelos. Desde Coruña del Conde, El Burgo tuvo de enredo, que cruzando el Río Ucero su pasaje era de vuelo. Fueron años de trabajo, de sentirse un hombre entero, a los aves estudiando para comprobar su vuelo. Las plumas las fue guardando para trazarse aquel vuelo, que pensó en El Burgo de Osma como destino primero. En su pueblo está un avión de adorno al lado de su castillo para agradecer a ese hombre su hazaña de hace tantos años, Este es un antiguo avión del ejército del aire elegido en honor a Diego Marín, precursor de la aviación en España, natural de este pueblo y que en 1793 realizó un vuelo con un aparato volador creado por él, y en su mente estaba el viajar hasta El Burgo de Osma, en su primer. vuelo. Un gesto de admiración a tan valiente caballero. Siempre tuvimos personas en España, que iniciaron camino a lo desconocido, como Isaac Peral en su submarino, y Juan de La Cierva en su helicóptero. G X Cantalapiedra.
Como un sueño pasajero aquel joven emprendía su camino aventurero que hasta El Burgo le traería. Desde Coruña del Conde por La Ribera del Duero, aquel joven presentía ser un pájaro altanero. Plumas de distintas aves busco el hijo del herrero, su semblante de trabajo era volar hasta el Duero, Muchas horas de su vida soñando volar ligero, alguna gente decía es el hijo del herrero. Desde el alto de su pueblo por el aire se lanzaba, volando 167, metros y por el suelo rodaba, Que hazaña más entendida, que volar al alto cielo, aquel joven presentía ser un icaro de vuelo. Han pasado muchos años, las historias dan desvelos, se subieron los peldaños que siempre te dan consuelos. Desde Coruña del Conde, El Burgo tuvo de enredo, que cruzando el Río Ucero su pasaje era de vuelo. Fueron años de trabajo, de sentirse un hombre entero, a los aves estudiando para comprobar su vuelo. Las plumas las fue guardando para trazarse aquel vuelo, que pensó en El Burgo de Osma como destino primero. En su pueblo está un avión de adorno al lado de su castillo para agradecer a ese hombre su hazaña de hace tantos años, Este es un antiguo avión del ejército del aire elegido en honor a Diego Marín, precursor de la aviación en España, natural de este pueblo y que en 1793 realizó un vuelo con un aparato volador creado por él, y en su mente estaba el viajar hasta El Burgo de Osma, en su primer. vuelo. Un gesto de admiración a tan valiente caballero. Siempre tuvimos personas en España, que iniciaron camino a lo desconocido, como Isaac Peral en su submarino, y Juan de La Cierva en su helicóptero. G X Cantalapiedra.