CUANDO SOBRAN LOS DELIRIOS
Cuando sufrimos delirios
con calores veraniegos,
nos hablaran de martirios
entre jardines con riegos.
Cuando sobran los delirios
si no queremos venenos,
no buscaremos los lirios
que solo te ponen frenos.
Estos calores que azotan
las mentes con privilegios,
hacen que sueñen derrotas
por los lejanos colegios.
Cuando afloran sentimientos
cargados de buenos tiempos,
nadie busca sufrimientos
ni que lleguen malos vientos.
Hay murallas a la vista,
y un Río viene corriendo,
El Burgo pasa revista
y El Ucero presintiendo.
Son delirios de verano,
algunos se van al Duero,
donde cualquier ser humano
escucha el buen ROMANCERO.
Los delirios de grandeza
no precisan ir fingiendo,
puede ser que su torpeza
poco a poco vayas viendo.
Los delirios de verano
son signos de sufrimiento,
no se llevan en la mano
ni te dan conocimiento.
Dicen que llegan deprisa
observando al Río Ucero,
y que temen a la brisa
que pueda mandar el Duero.
G X Cantalapiedra.
Cuando sufrimos delirios
con calores veraniegos,
nos hablaran de martirios
entre jardines con riegos.
Cuando sobran los delirios
si no queremos venenos,
no buscaremos los lirios
que solo te ponen frenos.
Estos calores que azotan
las mentes con privilegios,
hacen que sueñen derrotas
por los lejanos colegios.
Cuando afloran sentimientos
cargados de buenos tiempos,
nadie busca sufrimientos
ni que lleguen malos vientos.
Hay murallas a la vista,
y un Río viene corriendo,
El Burgo pasa revista
y El Ucero presintiendo.
Son delirios de verano,
algunos se van al Duero,
donde cualquier ser humano
escucha el buen ROMANCERO.
Los delirios de grandeza
no precisan ir fingiendo,
puede ser que su torpeza
poco a poco vayas viendo.
Los delirios de verano
son signos de sufrimiento,
no se llevan en la mano
ni te dan conocimiento.
Dicen que llegan deprisa
observando al Río Ucero,
y que temen a la brisa
que pueda mandar el Duero.
G X Cantalapiedra.