UN DÍA DE INVIERNO DE FEBRERO CON MUCHO FRÍO
Aquella tarde salimos de Madrid, hacía el Burgo de Osma, Soria, era febrero de hace ahora 20 años, el frío se notaba hasta en la capital de España, Más cuando se tienen que hacer gestiones no miras el termómetro, te subes al coche y sales buscando el camino que tantas veces habías pisado, Ya pasando por Somosierra, el termómetro del coche marcaba un grado bajo cero, la calefacción funcionaba bien, y tan solo por Riaza se bajo la temperatura, eran dos grados bajo cero, Continuamos el camino sin el temor del frío de ese mes que cuando quiere nos deja helados, Al llegar a Los Altos de Ayllón, de nuevo la temperatura volvió a bajar, tres grados bajo cero, y de nuevo por San Esteban de Gormaz, se puso el termómetro sobre cero, así llegamos al Burgo de Osma, bajamos artículos que llevamos para dejarlos allí, en la vivienda, y nos fuimos andando hasta la Calle Mayor, donde en el Círculo Católico nos comimos unos torreznos fabulosos, con un Ribera del Duero, que nos hizo calentar el estómago, ya que se había hecho de noche y el frío viento se notaba en cada paso que dabas. No tardamos en salir, a la carretera, estaba casi desierta, y llegamos a los Altos de Ayllón con seis grados bajo cero, incluso en Riaza solo tenían cuatro bajo cero, por el Alto de Somosierra eran tres grados bajo cero, Así fuimos mirando todo el camino de vuelta, y desde Buitrago hacía Madrid desapareció el frío tan horrible, parecía como si viniéramos de La Siberia, aquella tarde era un clima sin nubes, de esos de cielo raso, donde el frío por Castilla se envalentona, y donde las casas que no tienen calefacción lo pasan mal, Hay lugares que tienen su fama cogida, por lo que la temperatura marca, Aunque el cambio climático todo lo desajusta, y muchas veces no sabes como actuar, La Madre Naturaleza nos de su ayuda. G X Cantalapiedra.
Aquella tarde salimos de Madrid, hacía el Burgo de Osma, Soria, era febrero de hace ahora 20 años, el frío se notaba hasta en la capital de España, Más cuando se tienen que hacer gestiones no miras el termómetro, te subes al coche y sales buscando el camino que tantas veces habías pisado, Ya pasando por Somosierra, el termómetro del coche marcaba un grado bajo cero, la calefacción funcionaba bien, y tan solo por Riaza se bajo la temperatura, eran dos grados bajo cero, Continuamos el camino sin el temor del frío de ese mes que cuando quiere nos deja helados, Al llegar a Los Altos de Ayllón, de nuevo la temperatura volvió a bajar, tres grados bajo cero, y de nuevo por San Esteban de Gormaz, se puso el termómetro sobre cero, así llegamos al Burgo de Osma, bajamos artículos que llevamos para dejarlos allí, en la vivienda, y nos fuimos andando hasta la Calle Mayor, donde en el Círculo Católico nos comimos unos torreznos fabulosos, con un Ribera del Duero, que nos hizo calentar el estómago, ya que se había hecho de noche y el frío viento se notaba en cada paso que dabas. No tardamos en salir, a la carretera, estaba casi desierta, y llegamos a los Altos de Ayllón con seis grados bajo cero, incluso en Riaza solo tenían cuatro bajo cero, por el Alto de Somosierra eran tres grados bajo cero, Así fuimos mirando todo el camino de vuelta, y desde Buitrago hacía Madrid desapareció el frío tan horrible, parecía como si viniéramos de La Siberia, aquella tarde era un clima sin nubes, de esos de cielo raso, donde el frío por Castilla se envalentona, y donde las casas que no tienen calefacción lo pasan mal, Hay lugares que tienen su fama cogida, por lo que la temperatura marca, Aunque el cambio climático todo lo desajusta, y muchas veces no sabes como actuar, La Madre Naturaleza nos de su ayuda. G X Cantalapiedra.