EL BURGO DE OSMA: LA SOLEDAD DEL PASTOR SORIANO...

LA SOLEDAD DEL PASTOR SORIANO
Mirar el campo desierto, y no percibir ovejas, es notar que todo a muerto en estas tierras complejas. La soledad va marcando los silencios del cordero, los años fueron pasando y el pino se siente austero. Los pastores viven solos, los campos temen el hielo, de vez en cuando los lobos dicen que no dan consuelo. Van los pastores andando, van las mañanas siguiendo, los pájaros van cantando y los zorros van corriendo. Campos que dan soledades, pastores que ven su suelo, ovejas que son verdades que miran despacio el cielo. La noche viene deprisa, en estas tierras del Duero, y con ella llega brisa que hace grande a el Río Ucero. Pastores y soledades, cayadas que tienen vuelo, perros que ladran edades mientras contemplan el cielo. Esta soledad del campo tiene los ojitos negros, alguna vez suena un llanto que tiene sus gritos fieros. Pastores que van soñando con pastar por El Ucero, y ver que viven andando en tierras de ROMANCERO. La soledad sigue viva, sin comentar sus desvelos, en los pastores se activa gritar a animales fieros. Por estas tierras del Burgo, donde el frío es altanero, se comenta que hay pastores que no saben de dinero. El amor a sus ovejas y el cariño a sus corderos, no puedan lanzar sus quejas si son caprichos primeros. Les siento sobre pinares, a veces por los senderos, los enebros son lugares de los vientos pasajeros. Ovejas que tienen años de caminar bajo el cielo, a veces evitan daños al pastar sobre este suelo. G X Cantalapiedra.