AQUEL LOBO SIEMPRE FUE LOBO.
Aquel campesino que un buen día le dieron un lobo con dos meses de edad, y el hombre le crio pensando que era un perro lobo, cosa que con el tiempo dudaba, viendo como perseguía a sus gallinas en aquel patio o corral de su casa del pueblo, el hombre dudada de su comportamiento, y mucho más cuando su esposa le decía tengo miedo de estar sola con este animal tan salvaje, Con el paso del tiempo el lobo aullaba de vez en cuando, sacando su genes en aquel valle de la tierra soriana. El lobo salía a pasear con sus dueños, pero enseguida notaban su enfrentamiento a los demás perros, cierto día el lobo estaba un poco cojeando de la pata trasera de la derecha, y se dirigieron al veterinario, para ver su dolor de donde procedía, El veterinario enseguida nada más verle al lobo, le dijo a su dueño, este es un lobo sin otras señas, tenga usted cuidado, puede sacar su genes y hacer daño, aunque usted crea que es un perro, es un animal peligroso, El campesino se quedó en blanco, nunca pensaba que le podían haber dado un lobo por un perro, La esposa le cogió mucho más miedo que hasta entonces le tenía, Sus colmillos eran cuchillos afilados, el lobo tenía como año y pico, y una noche de esas que parece que la Luna les pone en marcha a estos animales, parece ser que algún otro lobo de cualquiera manada, le debió de llamar, y sin esperar mucho más tiempo, salto la valla de su patio que daba al campo, y el lobo debió de marchar en busca de su familia, mientras el campesino hasta la mañana siguiente no le echo en falta, el hombre aquel confiaba en su lobo, que para el era un perro lobo, digamos que casi lloro, al ver que se había marchado para siempre a buscar a sus familiares o animales de su propia raza. Esta vez el lobo no persiguió a las gallinas, ni trato de entrar en las habitaciones de sus dueños, Solamente busco la claridad de esa Luna de enero, que le ayudaría a encontrar a sus semejantes. Entre enebros encinares y pinares, por esas tierras de Soria, donde el misterio se esconde detrás de las piedras milenarias de montañas y viejas fortalezas. Nadie esta libre de que le engañen cuando el animal apenas a empezado a vivir. G X Cantalapiedra.
Aquel campesino que un buen día le dieron un lobo con dos meses de edad, y el hombre le crio pensando que era un perro lobo, cosa que con el tiempo dudaba, viendo como perseguía a sus gallinas en aquel patio o corral de su casa del pueblo, el hombre dudada de su comportamiento, y mucho más cuando su esposa le decía tengo miedo de estar sola con este animal tan salvaje, Con el paso del tiempo el lobo aullaba de vez en cuando, sacando su genes en aquel valle de la tierra soriana. El lobo salía a pasear con sus dueños, pero enseguida notaban su enfrentamiento a los demás perros, cierto día el lobo estaba un poco cojeando de la pata trasera de la derecha, y se dirigieron al veterinario, para ver su dolor de donde procedía, El veterinario enseguida nada más verle al lobo, le dijo a su dueño, este es un lobo sin otras señas, tenga usted cuidado, puede sacar su genes y hacer daño, aunque usted crea que es un perro, es un animal peligroso, El campesino se quedó en blanco, nunca pensaba que le podían haber dado un lobo por un perro, La esposa le cogió mucho más miedo que hasta entonces le tenía, Sus colmillos eran cuchillos afilados, el lobo tenía como año y pico, y una noche de esas que parece que la Luna les pone en marcha a estos animales, parece ser que algún otro lobo de cualquiera manada, le debió de llamar, y sin esperar mucho más tiempo, salto la valla de su patio que daba al campo, y el lobo debió de marchar en busca de su familia, mientras el campesino hasta la mañana siguiente no le echo en falta, el hombre aquel confiaba en su lobo, que para el era un perro lobo, digamos que casi lloro, al ver que se había marchado para siempre a buscar a sus familiares o animales de su propia raza. Esta vez el lobo no persiguió a las gallinas, ni trato de entrar en las habitaciones de sus dueños, Solamente busco la claridad de esa Luna de enero, que le ayudaría a encontrar a sus semejantes. Entre enebros encinares y pinares, por esas tierras de Soria, donde el misterio se esconde detrás de las piedras milenarias de montañas y viejas fortalezas. Nadie esta libre de que le engañen cuando el animal apenas a empezado a vivir. G X Cantalapiedra.