ESTAMOS EN PRIMERA FILA
Un amigo de toda la vida me comentaba el otro día. Estamos en primera fila. Nuestros amigos se han ido marchando, y debemos de preparar la maleta para ese viaje que todos tenemos miedo el iniciarle, La verdad que ya lo había pensado yo, que tengo amigos fallecidos en diferentes partes de España. Y en estas edades que rodean los ochenta, puedes entrar en cualquier lista, mi amigo el otra día hacía cálculos, y el teléfono mío parecía darle la razón, aunque yo creo que si el ser humano dice que quiere seguir batallando, puede alargar el camino de su vida, hay personas que fallecen con poca edad, y pienso que no pensarían que estaban en la primera fila. Ni que les tenían apuntados para marcharse no sé dónde. Mi amigo de siempre tiene sus razones, ya que nadie tiene aquí asegurado su futuro, y que el que no padece del brazo padece del espinazo, Hay veces que te asustas, sobre todo cuando visitas los hospitales, y ves personas que no son demasiado mayores, con enfermedades incurables. Y comentas con algún amigo o familiar el drama. Hace muchos años, quizá cuarenta, cuando escribí un poema que después de escrito, me pareció una broma de mal gusto, hoy le veo normalizado, y decía más o menos, Tiempo como te vas, como huyes a esconderte ni siquiera puedo verte echando la vista atrás. Hay palabras que no pierden su sentido, y versos que pudieran caminar por el infinito. Mi amigo creo que no se equivoca, estamos en primera fila, pero no debemos de asustarnos, habrá que llevarlo con calma, no tener prisa por nada, y vivir soñando la esperanza de poder disfrutar de salud por más tiempo, y como dijo Don Antonio Machado, “Y cuando llegue el día del ultimo viaje, y este al partir la nave que nunca a de tornar me encontrareis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar”. G X Cantalapiedra.
Un amigo de toda la vida me comentaba el otro día. Estamos en primera fila. Nuestros amigos se han ido marchando, y debemos de preparar la maleta para ese viaje que todos tenemos miedo el iniciarle, La verdad que ya lo había pensado yo, que tengo amigos fallecidos en diferentes partes de España. Y en estas edades que rodean los ochenta, puedes entrar en cualquier lista, mi amigo el otra día hacía cálculos, y el teléfono mío parecía darle la razón, aunque yo creo que si el ser humano dice que quiere seguir batallando, puede alargar el camino de su vida, hay personas que fallecen con poca edad, y pienso que no pensarían que estaban en la primera fila. Ni que les tenían apuntados para marcharse no sé dónde. Mi amigo de siempre tiene sus razones, ya que nadie tiene aquí asegurado su futuro, y que el que no padece del brazo padece del espinazo, Hay veces que te asustas, sobre todo cuando visitas los hospitales, y ves personas que no son demasiado mayores, con enfermedades incurables. Y comentas con algún amigo o familiar el drama. Hace muchos años, quizá cuarenta, cuando escribí un poema que después de escrito, me pareció una broma de mal gusto, hoy le veo normalizado, y decía más o menos, Tiempo como te vas, como huyes a esconderte ni siquiera puedo verte echando la vista atrás. Hay palabras que no pierden su sentido, y versos que pudieran caminar por el infinito. Mi amigo creo que no se equivoca, estamos en primera fila, pero no debemos de asustarnos, habrá que llevarlo con calma, no tener prisa por nada, y vivir soñando la esperanza de poder disfrutar de salud por más tiempo, y como dijo Don Antonio Machado, “Y cuando llegue el día del ultimo viaje, y este al partir la nave que nunca a de tornar me encontrareis a bordo ligero de equipaje, casi desnudo como los hijos de la mar”. G X Cantalapiedra.