ERAN VISPERAS DE SEMANA SANTA
Hay veces que se confunden las prioridades y las lamentaciones, Aquel hombre emigrante en un país extranjero, quería volver a su tierra soriana, para saber de cerca de sus amigos, y ver la proyección del campo en su comarca de nacimiento, Todo le parecía como nuevo, llegó con su automóvil y notaba la falta de población, viendo su pueblo que era casi un desierto, sin apenas casas habitadas, por fin se adentró en El Burgo de Osma, que era la principal población de aquella comarca, Allí se paseó por sus calles, comió a su gusto, y supo de los famosos torreznos, notó como si el pasado hubiera sido borrado, y sus amigos hubieran desaparecido, era un caminar sin conocer a nadie, se marchó al extranjero con 23, años, y nunca regresó, tan solo alguna carta para recibir noticias de sus amigos y familiares. Le habían puesto al corriente, Este hombre que toda su vida fue una persona no muy religiosa, en El Burgo de Osma se dio cuenta enseguida que estaba en un lugar donde la religión se vive, y aún más en este tiempo de la Semana Santa. Este hombre que venía acompañado de su esposa, estuvo un tiempo de dos semanas visitando su tierra, En El Burgo trato de buscar algún amigo de la infancia, más le parecía imposible encontrarlos, incluso casi ni los conocería, habían pasado más de cuarenta años, y el tiempo no perdona a nadie, Para este hombre volver a su tierra, era como andar por caminos olvidados, nada le ataba aquel contorno, y su vida estaba afincada en aquel país extranjero que le dio trabajo y una nueva familia, Las tradiciones las recordaba, muchas costumbres de aquellos tiempos se habían borrado, y tan solo sufría el pensar que sus familiares se marcharon al otro mundo sin poder despedirles, Más en su condición de hombre emigrante, pensaba me marché de aquí sin nada, y ahora tengo mi familia montada sobre ese país de acogida, no sé si volveré a pisar esta tierra de mi infancia y juventud, Pero me voy tranquilo, creo que acerté al elegir la emigración hace ya muchos años. Cuando regresó a su domicilio actual, se llevó de España algún recuerdo, más su conciencia la tenía tranquila, El destino estaba de su lado. G X Cantalapiedra.
Hay veces que se confunden las prioridades y las lamentaciones, Aquel hombre emigrante en un país extranjero, quería volver a su tierra soriana, para saber de cerca de sus amigos, y ver la proyección del campo en su comarca de nacimiento, Todo le parecía como nuevo, llegó con su automóvil y notaba la falta de población, viendo su pueblo que era casi un desierto, sin apenas casas habitadas, por fin se adentró en El Burgo de Osma, que era la principal población de aquella comarca, Allí se paseó por sus calles, comió a su gusto, y supo de los famosos torreznos, notó como si el pasado hubiera sido borrado, y sus amigos hubieran desaparecido, era un caminar sin conocer a nadie, se marchó al extranjero con 23, años, y nunca regresó, tan solo alguna carta para recibir noticias de sus amigos y familiares. Le habían puesto al corriente, Este hombre que toda su vida fue una persona no muy religiosa, en El Burgo de Osma se dio cuenta enseguida que estaba en un lugar donde la religión se vive, y aún más en este tiempo de la Semana Santa. Este hombre que venía acompañado de su esposa, estuvo un tiempo de dos semanas visitando su tierra, En El Burgo trato de buscar algún amigo de la infancia, más le parecía imposible encontrarlos, incluso casi ni los conocería, habían pasado más de cuarenta años, y el tiempo no perdona a nadie, Para este hombre volver a su tierra, era como andar por caminos olvidados, nada le ataba aquel contorno, y su vida estaba afincada en aquel país extranjero que le dio trabajo y una nueva familia, Las tradiciones las recordaba, muchas costumbres de aquellos tiempos se habían borrado, y tan solo sufría el pensar que sus familiares se marcharon al otro mundo sin poder despedirles, Más en su condición de hombre emigrante, pensaba me marché de aquí sin nada, y ahora tengo mi familia montada sobre ese país de acogida, no sé si volveré a pisar esta tierra de mi infancia y juventud, Pero me voy tranquilo, creo que acerté al elegir la emigración hace ya muchos años. Cuando regresó a su domicilio actual, se llevó de España algún recuerdo, más su conciencia la tenía tranquila, El destino estaba de su lado. G X Cantalapiedra.