EL BURGO SE OSMA VUELVE A SU VIDA NORMAL
Se ha pasado la Semana Santa, ahora solo queda mirar a La Cruz del Siglo, Las gentes cristianas del Burgo de Osma, tienen como un símbolo presente esa Cruz iluminada por la noche, El Burgo ahora vuelve a su vida normal, a pasear por debajo de sus soportales cuando llueve o nieva, y en ese mismo lugar los perros se conocen y juegan o se ladran, los torreznos con vino de La Ribera del Duero, o cerveza incluso la Arévacos, se nota sobre las cubas de la Calle Mayor, en el tapeo de la noche o medio día. El Burgo es esa ciudad castellana con una vieja Universidad Santa Catalina, hoy día Hotel Termal, y una historia permanente de losas que hicieron una ciudad medieval en algunos de sus paisajes, Su muralla con la Catedral y su Torre fabulosa, dan a esta ciudad soriana, ese titulo diocesano que tuvo desde hace más de catorce siglos, aunque entonces solo fuera Osma, y antes con los romanos Uxama. Hay piedras que se las nota viejas y rodadas, Quizá hay quien piensa que el tener allí el Seminario y la diócesis no le haya dejado crecer al compás que otras poblaciones. Don Antonio Machado nos dejó escrito, que había dos ciudades en España con una religiosidad superior a la media del país, ellas son Baeza y El Burgo de Osma, conozco las dos ciudades, y creo que no se equivoco en nada, En Baeza estuvo seis años, y conoció su forma de vida, En Soria ciudad paso cinco años, y al morir Leonor Izquierdo. Su joven esposa, abandono esta ciudad entre el dolor que le produjo su muerte, esta tierra que tanta huella le marcó, Machado al morir en el exilio de Francia, en Colliure, una sombra no le abandono nunca, Leonor y todo el contorno de esta tierra que tanto le marcó en su vida. El Burgo tiene su propia leyenda, y no precisa nada más que ser visitada, sin demasiada prisa, pisando y pensando, en aquellos tiempos difíciles de la Reconquista, con la frontera en lo que es el Río Duero, y conocer esta tierra de templarios, que dejaron su huella para muchos siglos. G X Cantalapiedra.
Se ha pasado la Semana Santa, ahora solo queda mirar a La Cruz del Siglo, Las gentes cristianas del Burgo de Osma, tienen como un símbolo presente esa Cruz iluminada por la noche, El Burgo ahora vuelve a su vida normal, a pasear por debajo de sus soportales cuando llueve o nieva, y en ese mismo lugar los perros se conocen y juegan o se ladran, los torreznos con vino de La Ribera del Duero, o cerveza incluso la Arévacos, se nota sobre las cubas de la Calle Mayor, en el tapeo de la noche o medio día. El Burgo es esa ciudad castellana con una vieja Universidad Santa Catalina, hoy día Hotel Termal, y una historia permanente de losas que hicieron una ciudad medieval en algunos de sus paisajes, Su muralla con la Catedral y su Torre fabulosa, dan a esta ciudad soriana, ese titulo diocesano que tuvo desde hace más de catorce siglos, aunque entonces solo fuera Osma, y antes con los romanos Uxama. Hay piedras que se las nota viejas y rodadas, Quizá hay quien piensa que el tener allí el Seminario y la diócesis no le haya dejado crecer al compás que otras poblaciones. Don Antonio Machado nos dejó escrito, que había dos ciudades en España con una religiosidad superior a la media del país, ellas son Baeza y El Burgo de Osma, conozco las dos ciudades, y creo que no se equivoco en nada, En Baeza estuvo seis años, y conoció su forma de vida, En Soria ciudad paso cinco años, y al morir Leonor Izquierdo. Su joven esposa, abandono esta ciudad entre el dolor que le produjo su muerte, esta tierra que tanta huella le marcó, Machado al morir en el exilio de Francia, en Colliure, una sombra no le abandono nunca, Leonor y todo el contorno de esta tierra que tanto le marcó en su vida. El Burgo tiene su propia leyenda, y no precisa nada más que ser visitada, sin demasiada prisa, pisando y pensando, en aquellos tiempos difíciles de la Reconquista, con la frontera en lo que es el Río Duero, y conocer esta tierra de templarios, que dejaron su huella para muchos siglos. G X Cantalapiedra.