“TRIKI EL PODENCO” ESPERANDO EL CALOR
Como si fuera un regalo de la Madre Naturaleza, El Triki espera el momento del Sol y su fortaleza. Esta primavera loca que no define su clima, no sabemos si es la roca que quiere siempre la cima. El Triki busca consuelo por esas tierras sorianas, y quiere pisar su suelo en las preciosas mañanas. El tiempo parece loco con sus reveses sin tregua, no conoce el poco a poco ni jamás habla su lengua. El Triki piensa en el Río que va camino del Duero, y no quiere escalofrío si recorre el Río Ucero. Quiere pisar esa tierra donde se comen torreznos, y ver que la vida encierra esos momentos tan tiernos. Pisar por sus soportales en fechas de puro infierno, con calores sofocantes, pero con cariño eterno. El Triki quiere ser libre, correr junto al Puente Viejo, y pasar Santa Cristina sin conocer el complejo. Esos prados bien cuidados que tienen verdor del bueno, donde se ven desbocados a gozar sin ver veneno. Es La Ribera del Río, de ese tan frío en invierno, mirarle da escalofrío con su Atalaya en el cielo. Mirando La Cruz del Siglo con paisaje aventurero, tiene El Ucero el sigilo que tiene cualquier obrero. El Triki vive esperando esos calores sinceros, donde caminar se pueda con su Sol sobre ese cielo. Ver de lejos El Castillo que se llenó de recuerdos, y ver el agua con brillo en los minutos más cuerdos. Este precioso paisaje por donde marcha El Ucero, entre piedras milenarias que quieren sentir al Duero. El Triki tiene su vista repleta de ROMANCERO, y pasa a todo revista y más cuando llega al Duero. Sus ojos son tan brillantes que se vuelven marineros, y en muchos de sus instantes teme vientos traicioneros. La memoria tiene activa, el conoce sentimiento, y el calor si le motiva, pero sin ser sufrimiento. Ya nos llegará el verano, con sus calores tremendos, y lo notará el humano con sus momentos horrendos. G X Cantalapiedra.
Como si fuera un regalo de la Madre Naturaleza, El Triki espera el momento del Sol y su fortaleza. Esta primavera loca que no define su clima, no sabemos si es la roca que quiere siempre la cima. El Triki busca consuelo por esas tierras sorianas, y quiere pisar su suelo en las preciosas mañanas. El tiempo parece loco con sus reveses sin tregua, no conoce el poco a poco ni jamás habla su lengua. El Triki piensa en el Río que va camino del Duero, y no quiere escalofrío si recorre el Río Ucero. Quiere pisar esa tierra donde se comen torreznos, y ver que la vida encierra esos momentos tan tiernos. Pisar por sus soportales en fechas de puro infierno, con calores sofocantes, pero con cariño eterno. El Triki quiere ser libre, correr junto al Puente Viejo, y pasar Santa Cristina sin conocer el complejo. Esos prados bien cuidados que tienen verdor del bueno, donde se ven desbocados a gozar sin ver veneno. Es La Ribera del Río, de ese tan frío en invierno, mirarle da escalofrío con su Atalaya en el cielo. Mirando La Cruz del Siglo con paisaje aventurero, tiene El Ucero el sigilo que tiene cualquier obrero. El Triki vive esperando esos calores sinceros, donde caminar se pueda con su Sol sobre ese cielo. Ver de lejos El Castillo que se llenó de recuerdos, y ver el agua con brillo en los minutos más cuerdos. Este precioso paisaje por donde marcha El Ucero, entre piedras milenarias que quieren sentir al Duero. El Triki tiene su vista repleta de ROMANCERO, y pasa a todo revista y más cuando llega al Duero. Sus ojos son tan brillantes que se vuelven marineros, y en muchos de sus instantes teme vientos traicioneros. La memoria tiene activa, el conoce sentimiento, y el calor si le motiva, pero sin ser sufrimiento. Ya nos llegará el verano, con sus calores tremendos, y lo notará el humano con sus momentos horrendos. G X Cantalapiedra.