UN DIA DE HACE 200, AÑOS
Aquel labrador del Burgo de Osma, de hace más de doscientos años, labraba sus fincas con la ilusión de recoger muchos granos de cereales, Más el frío era un perfecto enemigo de la agricultura, todos los años en mayo solía helar, y los cereales se quedaban sin granar, los huertos que aquel hombre tenía, sufrían las heladas duras de esa tierra soriana, y el hombre un día pensando en el frío, llego a decidir sembrar productos tardíos, para aguantar más el hielo, sus huertos tan solo plantaba coliflores berzas y repollos, que aguantaban todos los fríos y humedades de los ríos Ucero y Abión, Pensó muchas veces plantar alfalfa, en algunas de sus fincas que eran lagrimales, y por fin se decidió, al ver que los fríos no anulaban su cosecha, y podía coger alimentación para todos los animales que el labrador tenía en su casa, Así pudo seguir adelante, sin importarle demasiado esos fríos traicioneros del mes de mayo e incluso alguno del mes de junio, Sin embargo en los pueblos del contorno del Burgo se segaban trigos y cebadas sin muchos problemas, Esta ciudad soriana del Burgo de Osma era la cabecera de la comarca, donde todos agricultores bajaban a comprar sus herramientas de trabajo, más sus ropas de abrigo, Aunque donde tenían ovejas eran puntos de curtir pieles, y la lana hacer sus colchones, más a veces la hilaban para luego hacer ropas de abrigo, Siempre el Burgo de Osma era el punto de encuentro de las personas de los pueblos del contorno, Hace más de dos siglos, la economía era casi resistir con su cosecha, hacer su matanza del cerdo, y sus garbanzos y viñedos, les ayudaban a resistir esos fríos que corren por allí incluso en pleno verano, hoy día a cambiado un poco el clima, aunque el frío se nota de vez en cuando, y la humedad de los ríos vienen bien en pleno verano, La agricultura esta mecanizada, y las personas que trabajan en ella, viven mucho mejor que entonces, sin sufrir esas temperaturas heladoras. No se puede comparar con aquellos tiempos donde los ríos se quedaban helados y se cruzaban por encima de sus hielos. G X Cantalapiedra.
Aquel labrador del Burgo de Osma, de hace más de doscientos años, labraba sus fincas con la ilusión de recoger muchos granos de cereales, Más el frío era un perfecto enemigo de la agricultura, todos los años en mayo solía helar, y los cereales se quedaban sin granar, los huertos que aquel hombre tenía, sufrían las heladas duras de esa tierra soriana, y el hombre un día pensando en el frío, llego a decidir sembrar productos tardíos, para aguantar más el hielo, sus huertos tan solo plantaba coliflores berzas y repollos, que aguantaban todos los fríos y humedades de los ríos Ucero y Abión, Pensó muchas veces plantar alfalfa, en algunas de sus fincas que eran lagrimales, y por fin se decidió, al ver que los fríos no anulaban su cosecha, y podía coger alimentación para todos los animales que el labrador tenía en su casa, Así pudo seguir adelante, sin importarle demasiado esos fríos traicioneros del mes de mayo e incluso alguno del mes de junio, Sin embargo en los pueblos del contorno del Burgo se segaban trigos y cebadas sin muchos problemas, Esta ciudad soriana del Burgo de Osma era la cabecera de la comarca, donde todos agricultores bajaban a comprar sus herramientas de trabajo, más sus ropas de abrigo, Aunque donde tenían ovejas eran puntos de curtir pieles, y la lana hacer sus colchones, más a veces la hilaban para luego hacer ropas de abrigo, Siempre el Burgo de Osma era el punto de encuentro de las personas de los pueblos del contorno, Hace más de dos siglos, la economía era casi resistir con su cosecha, hacer su matanza del cerdo, y sus garbanzos y viñedos, les ayudaban a resistir esos fríos que corren por allí incluso en pleno verano, hoy día a cambiado un poco el clima, aunque el frío se nota de vez en cuando, y la humedad de los ríos vienen bien en pleno verano, La agricultura esta mecanizada, y las personas que trabajan en ella, viven mucho mejor que entonces, sin sufrir esas temperaturas heladoras. No se puede comparar con aquellos tiempos donde los ríos se quedaban helados y se cruzaban por encima de sus hielos. G X Cantalapiedra.