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EL BURGO DE OSMA: SIN PENSAR EN OTRA VIDA...

SIN PENSAR EN OTRA VIDA
Eran tiempos tormentosos del verano que llegaba, eran sueños horrorosos lo que la vida nos daba. Sin pensar en otra vida ni bendecir el mañana, cuando el aire se respira puedes ver la tarde vana. Aquel hombre que soñaba lograr una vida sana de pronto vio que encontraba una vida muy dañada. Sin querer mirar al cielo, sin sonidos de campanas, sin saber si habrá consuelo en las temidas mañanas. Iba buscando la noche y solo logró llorarla, en su vida fue un derroche de no poder disfrutarla. Sin pensar en otra vida temiendo a la madrugada, sin saber cuál es la herida de la noche marginada. Entre gritos tenebrosos y palabras no cuidadas, no busques tiempos dichosos en las tierras mal labradas. El demonio va corriendo, tiene las orejas raras, parece que va diciendo que busca las noches claras. Donde se fueron los vientos que azotaban las ventanas, hoy noté los sufrimientos de las palabras ufanas. Es tenebroso el destino, es terrible la alborada, cuando tememos mal signo notamos la encrucijada. Miras a la Cruz del Siglo con tu mirada encantada, y luego buscas sigilo contemplando la escalada. Sin pensar en otra vida, como una rosa admirada, vemos llegar la partida sobre la tarde agotada. En donde empieza el silencio, donde termina la nada, quien quiere ponerle precio a la noche marginada. El corazón se acelera, la noche sigue amarrada, el sentimiento se altera buscando tierra adorada. Sobre la vida la muerte, sobre el día la alborada, todos buscamos la suerte de ver la sombra borrada. Me comentó un penitente, la noche viene cerrada, y no quise ser ausente viendo la vida quebrada. Cada cual, con su destino, la vida nunca es esclava, todos tenemos el signo de ver que el tiempo se acaba. Caminar con paso erguido sobre tu senda admirada, que el viento no está vencido ni quiere llorar por nada. G X Cantalapiedra.